Días de celebración en el Uzbekistán que el pasado 1 de septiembre celebró sus 30 años de historia. Fuegos artificiales, conciertos, concursos, desfiles militares y ceremonias de colocación de coronas. La festividad grande tiene lugar en Tashkent, pero se respira ambiente de fiesta en todas partes. Uzbekistán, sin embargo, también es uno de aquellos países que a veces cuesta situar en el mapa. Y es que la Asia Central es una auténtica desconocida.

Limones de color naranja

Hablar de viajes siempre ayuda a soñar despierto. Pero hoy, más que perderse por las calles de la capital de Uzbekistán, uno se puede perder por un producto concreto que genera sorpresa. Y es que una de las peculiaridades que tienen es que son de color naranja. Uno no le da importancia al color del limón hasta que se encuentra con que le sirven uno tiene con un limón de color naranja. Un limón no es pues solo un limón. Puede tener varias tonalidades, tacto o jugoso o no jugoso.

Pero aparte de estas características que se pueden ver a primera vista también hay una que sorprende. Los limones de Uzbekistán son 3 o 4 veces más caras que las que se pueden encontrar en un supermercado ruso. ¿El motivo? El portal Central Asia Travel constata que estos limones tienen un sabor único.

De lejos parece más bien una mandarina que un limón, la piel es más lisa y tiene una forma más redondeada. El sabor es una combinación entre un limón ácido y una dulce, convirtiéndola en un limón de sabor único.

La misma web especializada en viajes a países de Asia Central, destaca que el limón de Tashkent es una bebida vitamínica contra resfriados o gripe. Ideal combinada con miel. Además, contiene un alto contenido de vitamina C.

El origen del limón uzbeko

Uzbekistán no sería el terreno más idóneo para cultivar limones. El fuerte clima continental hace que se pase de temperaturas bajas a otros de bien altas cuando sale el sol en verano. Un hecho que fue todo un reto para los científicos soviéticos que estudiaban como hacer vivir un limonero en sus tierras. Las temperaturas en invierno pueden caer hasta los 18 o 20 grados negativos.

Experimentando con las heladas, el científico Zainiddin Fakhrutdinov injertó esquejes de la variedad Meyer –un híbrido entre la naranja y el limón exportado de China– sin demasiadas pretensiones a la variedad Novogruzinsky que se cultiva en las tierras de Georgia y Abjasia, según constata el portal farm-en.desigusxpro.com.

Al cabo de unos años, los árboles dieron la primera cosecha. Sorpresa. El agrónomo se dio cuenta de que los frutos eran más brillantes y aromáticos de lo que puede ofrecer un limón habitual. Para no hablar, claro está, de la tonalidad.

Este descubrimiento, según destaca la web especializada en cultivos, dio lugar a esta variedad de limón, conocida como limón de Uzbekistán o de Tashkent. Un nombre con el que ahora son conocidos estos limones de color anaranjado.

¿Por qué no hay limones de Uzbekistán en las estanterías rusas?

Una de las características que tienen estos limones es precisamente que se estropean con mucha facilidad. Y una de las cosas que contribuyen que acelerar este estado es el transporte.

Según farm-en.desigusxpro.com, este es el principal hecho que explica que no se vean en las estanterías de los supermercados rusos (o de cualquier otro lugar).

 

 

Imagen principal: fotografía de limones de color amarillo y de color más anaranjado al lado de mandarinas en una frutería / Unsplash