Las autoridades de Chicago se preparan para una importante operación federal de control de inmigración que se calcula que se producirá a finales de semana. El alcalde de la ciudad, el afroamericano Brandon Johnosn, de 49 años, es un político demócrata que está a la lista negra de Donald Trump. El pasado sábado Johnson firmó una orden ejecutiva que ordenaba todos los departamentos de la ciudad a no colaborar con el Gobierno federal, adelantándose a una posible militarización de la capital del estado de Illinois, con el que ha amenazado la Administración de Donald Trump, para combatir el crimen. Además, el magnate americano ha publicado un mensaje en su cuenta oficial de Truth Social afirmando que “Chicago está la capital mundial de los asesinatos”.
El objetivo: neutralizar el ataque de Trump sobre Chicago
“Hoy firmo una orden ejecutiva que lanzará la iniciativa Protegiendo Chicago”, afirmó el alcalde demócrata en una rueda de prensa, en qué explicó que la medida ordena a “la policía de Chicago a no colaborar con los agentes federales en patrullas policiales conjuntas, operaciones de arrestos ni en otras tareas, incluida la aplicación de la ley de Inmigración”. Johnson respondió así a las amenazas sobre un posible despliegue de la Guardia Nacional en Chicago con que amenazó recientemente el presidente norteamericano, en imagen de lo que hizo recientemente en Washington D. C. para perseguir “criminales sanguinarios”, “multitud de bandas peligrosas de jóvenes salvajes”, “maníacos drogados” y “personas sin hogar”. Todo esto también bajo una alcaldesa demócrata. Esta estrategia, no obstante, podría venir junto con un aumento de las batidas contra migrantes que se encuentran indocumentados. Chicago, por su parte, hará todos los esfuerzos posibles por neutralizar este ataque de la Administración Trump.
“Podemos ver la aplicación militarizada de la inmigración. Podemos ver también tropas de la Guardia Nacional. Incluso podrías ver vehículos militares y miembros del servicio armados en nuestras calles. Nuestros vecinos no han pedido eso y, por eso mismo, tenemos que responder a esta situación”, afirmó el alcalde al acto de la firma, que se produjo el sábado. “No queremos ver tanques en nuestras calles. No queremos ver familias destrozadas. Ni queremos que las abuelas sean lanzadas a la parte de atrás de furgonetas sin identificar. No queremos ver a los habitantes de Chicago sin hogar asediados o desaparecidos por agentes federales”, subrayó Johnson. Y añadió que el orden instruye al Departamento de Leyes “en seguir a todos y cada uno de los mecanismos legales para responsabilizar a esta Administración para violar los derechos de Chicago”.