Un 48% de los alemanes están a favor de prohibir el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), después de que el servicio de inteligencia interior lo clasificara de extremista. El anuncio del servicio de inteligencia ha reabierto el debate sobre si es necesario ilegalizar la extrema derecha. Ahora mismo, AfD es ahora la segunda fuerza del país. La encuesta, realizada por el instituto de estudios de opinión Insa y publicada al medio 'Bild am Sonntag', también indica que el 37% de los alemanes están en contra de una prohibición.

Insa encuestó a 1.001 personas entre el 2 y el 3 de mayo, es decir, a partir del mismo día que la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV) confirmara el extremismo de derechas de AfD por sus planteamientos "incompatibles con la orden constitucional". La encuesta revela que una clara mayoría de los encuestados, el 61%, considera que el AfD es un partido de extrema derecha, delante del 31% que no lo cree así. Sin embargo, el proceso de prohibición solo puede ser iniciado por el Gobierno, la Cámara Baja del Parlamento y la Cámara Alta, y decidido en última instancia por el Tribunal Constitucional. En estos procedimientos, habría que demostrar que AfD está actuando de manera "agresiva y combativa" contra la Constitución.

Segunda fuerza en Alemania

Aunque los resultados de la encuesta muestren que una mayoría del país está a favor de prohibir el partido de extrema derecha, la realidad es que la AfD es la segunda fuerza en Alemania. A las elecciones generales del febrero pasado, el partido consiguió un 20,8% de los votos, solo por detrás de los conservadores. Así, a partir del martes, el líder de los conservadores de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Friedrich Merz, empezará su mandato como nuevo canciller de Alemania con el reto de saber qué hacer con la formación ultraderechista y en medio del debate sobre la inmigración y la política exterior alemana.

Precisamente, el futuro vicecanciller y ministro de Finanzas de Alemania, Lars Klingbeil, ha señalado en una entrevista en 'Bild' que la clasificación de la BfV demuestra que la AfD "no es una alternativa", sino un "ataque a Alemania", pero ha considerado que un eventual proceso de prohibición no puede sustituir la lucha. "Lo que no creo es que un posible procedimiento de prohibición, que podría llevar años, en que el resultado también puede ser incierto, sea la única manera de derrotar la AfD", ha argumentado.

La amenaza de la AfD

Delante del anuncio de una posible prohibición del partido, la AfD ha exigido al servicio de inteligencia alemán que corrija públicamente la categorización de extremistas. En una carta de advertencia de 48 páginas del bufete de abogados Höcker, se pide en la Oficina Federal de Protección de la Constitución que declare que la clasificación y la divulgación "eran ilegales". Si no se produce esta declaración, los abogados recomendarán a AfD acudir con otras acciones judiciales al Tribunal Administrativo de Colonia. Así lo ha asegurado la líder de la formación, Alice Weidel: "Nos defenderemos en los tribunales", ha dicho.

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