El rey del Reino Unido, Carlos III, ha compartido un emotivo mensaje en que reflexiona sobre su experiencia "abrumadora y a veces aterradora" con el cáncer, una enfermedad que le fue diagnosticada hace un año. Aunque mantiene la discreción sobre la naturaleza exacta del cáncer y el estado actual de su salud, el monarca ha querido dirigir unas palabras de esperanza y reconocimiento a todas las personas que, como él, se enfrentan a esta enfermedad y al conjunto de profesionales y voluntarios que les dan apoyo.

"Cada diagnóstico, cada nuevo caso, serán una experiencia abrumadora y a veces aterradora para estos individuos y sus seres amados. Pero como alguien que forma parte de estas estadísticas, puedo dar fe que también puede ser una experiencia que pone claramente de manifiesto lo mejor de la humanidad", ha afirmado el rey en una carta leída durante una recepción dedicada a organizaciones que dan apoyo a enfermos de cáncer. El acontecimiento ha sido una ocasión para hacer valer la tarea de las entidades comunitarias que ofrecen soporte emocional y práctico a pacientes y familias.

Carlos III, de 76 años, reanudó hace pocos meses su actividad pública después de una etapa de baja a causa del tratamiento oncológico. Su enfermedad se detectó después de una intervención quirúrgica por un engrandecimiento de próstata, y desde entonces ha recibido atención médica especializada. Aunque el palacio de Buckingham ha mantenido un alto nivel de reserva sobre el diagnóstico concreto, ha informado de las complicaciones derivadas del tratamiento, como los efectos secundarios que, hace nada más un mes, obligaron al monarca a suspender las actividades oficiales durante dos jornadas. Según el comunicado, estos efectos requirieron "un periodo de observación breve en el hospital".

En el mensaje a los asistentes de la recepción, Carlos III ha querido destacar el valor del apoyo humano en los momentos difíciles: "Tanto a mí como a la reina Camilla nos ha conmovido el profundo impacto de la conexión humana, ya sea en la explicación de una enfermera especialista, la mano tendida por un voluntario o la experiencia compartida en un grupo de apoyo". El rey también ha querido dejar constancia de su admiración por el personal sanitario y por el voluntariado, que considera un ejemplo de la compasión y la solidaridad que la sociedad puede ofrecer.

"Los momentos más oscuros de la enfermedad pueden ser iluminados por la compasión mayor", ha subrayado. Y ha concluido con un mensaje de colectividad y esperanza: "Juntos nos aseguramos que un diagnóstico de cáncer no tenga que significar afrontar el futuro sin esperanza ni apoyo". Con este mensaje, el monarca británico no solo ha querido romper el silencio sobre una experiencia tan íntima como la lucha contra el cáncer, sino que también ha querido ofrecer consuelo y visibilidad a millones de personas que atraviesan situaciones similares.