En 1960 la política y la televisión cambiaron para siempre. Era año de elecciones presidenciales en los Estados Unidos y se enfrentaban por primera vez en televisión los dos candidatos a la Casa Blanca, el republicano Richard Nixon y el demócrata John F. Kennedy. En aquellos momentos, todo parecía indicar que el republicano ganaría fácilmente las elecciones, pero la pequeña pantalla lo traicionó.

Nixon subestimó el poder de la televisión, no se preparó bien el debate y olvidó su imagen. Con un traje gris que lo diluía en una imagen en blanco y negro y sin maquillar, quedó absolutamente eclipsado por un Kennedy traje de un negro elegante y con uno moreno trabajado a conciencia semanas antes del debate. Kennedy ganó el debate y las elecciones.

A partir de aquel momento otros países se sumaron a la propuesta y, de hecho, mucho estados europeos lo tienen instaurado como un trámite más de la campaña electoral.

Europa y los debates

Un buen ejemplo sería Francia. En el país vecino los debates marcan los resultados electorales. Además, muchas de las frases que se han llamado en estos debates han quedado para la historia. En 1988 el socialista François Miterrand humilló a su contrincante Jaques Chirac lanzándole uno “tiene Usted razón, señor primer ministro”. En aquel momento Miterrand era presidente de la república y Chirac era el primer ministro, en uno de los periodos de ‘cohabitación’ que ha tenido Francia. Miterrand ganó las elecciones una vez más.

No es el único debate, sin embargo, que ha marcado la política francesa. También lo hizo el agrio debate que mantuvieron Nicolàs SarkozySégolène Royal el año 2007, a quien no se dejó de referir como “madame”. Una designación que acabó por hacer perder los nervios a la socialista y que evidenció todavía más Sarkozy cuando le dijo “veo que pierde los nervios fácilmente”. En el 2012, el actual presidente François Hollande le devolvió la jugarreta que Sarkozy le hizo pasar a su exmujer. Sarkozy se mostró inquieto durante las dos horas de debate e incluso permitió que Hollande se proclamara vencedor con uno “Yo, presidente de la república”.

No todos los países son como Francia o los Estados Unidos. En el Reino Unido por ejemplo, los debates electorales tienen a duras penas seis años de historia. El primero fue el año 2010 cuando se enfrentaron el conservador David Cameron, el laborista Gordon Brown y el liberal-demócrata Nick Clegg. Cinco años más tarde, sin embargo, Cameron rehusó un cara a cara con el laborista Ed Miliband y, después de una disputa con las grandes cadenas, aceptó un debate a siete bandas, abierto también a los partidos minoritarios, de lo que dejó a nadie contento.

Los escasos debates españoles

España tampoco tiene tanta tradición de debates electorales. De hecho, en 11 legislaturas sólo se han celebrado cinco, y mucho, de dos en dos. Aparte de los dos de que se va celebra el pasado mes de diciembre. Eso demuestra la escasa tradición y la reticencia de algunos partidos al cuerpo en cuerpo en directo.

1993: Felipe González hace un Nixon

Hasta el año 1993 no hubo un debate televisado en España. Fue durante la campaña electoral en la que se enfrentaban el socialista Felipe González y el popular José Maria Aznar. Y de hecho no sólo hubo uno sino dos: uno en Tele 5 y el otro en Antena 3. Después de muchas negociaciones con las cadenas, primero se va celebra el de Antena 3, donde se vio un José a María Aznar claramente superior al presidente socialista. En aquella ocasión el socialista pareció no haber aprendido nada de los americanos. González no se lo preparó y fue claramente vencido por un Aznar que llevaba el debate el debate muy bien estudiado.

Unos días más tarde los dos candidatos se sentaban en el plató de Tele 5. En esta ocasión González pasó a la acción para intentar superar al popular. El presidente ganó el debate, aunque no por un margen demasiado grande. Días más tarde también ganó los elecciones.

La audiencia de aquellos debates fue espectacular, entre un 60% y un 70% de share y unos 10 millones de espectadores. A pesar de los buenos datos, el año siguiente, el popular José Maria Aznar se negó a hacer un debate porque ya se creía ganador de los comicios, y no se quería arriesgar. Las negativas populares siguieron durando todos los años que se creían ganadores, y tuvieron que pasar 15 años hasta que se celebrara otro.

2008: La niña de Rajoy

Fueron 15 años sin debates, y cuando volvieron, en el 2008, también lo hicieron por partida doble. En aquella campaña volvió a haber dos debate de 90 minutos en un terreno neutral, donde se enfrentaban José Luís Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Los populares no querían que estuviera en TVE al considerarla governamentalitzada y los socialistas no veían con demasiados buenos ojos hacerlo en alguna de las privadas. Finalmente se hicieron a la Academia de la Televisión y se ofreció señal gratuita a todo el mundo que la quisiera emitir.

Para el recuerdo quedarán la niña por la que Rajoy esperaba un futuro mejor y el “buenas noche y buena suerte” con que Rodríguez Zapatero cerró su intervención. Los socialistas volvieron a ganar las elecciones y gobernaron cuatro años más.

2011: Rubalcaba se muestra derrotado en directo

Este año sí, un único debate. En el ring, Alfredo Pérez Rubalcaba, que representaba un PSOE muy perjudicado por la crisis económica y la mala gestión de su gobierno, y un Mariano Rajoy, que ya se veía durmiendo en la Moncloa. Los recortes centraron un debate claramente centrado por los datos económicos y la crisis. El debate no hizo más que evidenciar la derrota socialista, donde Rubalcava pareció dar por hecho durante todo el cara a cara que su contrincante sería el futuro presidente. Rajoy ganó el debate y las elecciones con una clara mayoría absoluta.

2015: Acaba el bipartidismo y llega el surrealismo

Las elecciones del 20-D no sólo sacudieron la política bipartidista española, también los debates electorales. Aunque el bipartidismo ya venía a las elecciones con una muerte anunciada, el Partido Popular lo quería negar y quería seguir dando la imagen de que la batalla estaba sólo entre socialistas y populares, hecho que dio imágenes de surrealismo en estado puro.

El primer debate lo organizó Antena 3 y estaban las cuatro partido: PP, PSOE, Podemos y C's. ¿Qué tenía pues de extraño? No estaba el cabeza de lista del PP y presidente del gobierno español, Mariano Rajoy. Su lugar la ocupaba la suya número dos, Soraya Saenz de Santamaría, que tuvo que justificar la incomparecencia de su líder.

La siguiente semana Mariano Rajoy y Pedro Sánchez mantuvieron un cara a cara emitido por Tv1 y Antena 3. Muchos hogares, sin embargo, sintonizaron La Sexta a la hora del debate. ¿No les interesaba el debate? Al contrario. La Sexta emitía un debate del debate. Un plató donde había el líder de ciudadanos, Albert Ribera, y el de Podemos, Pablo Iglesias, que comentaban la jugada de los otros dos. Una imagen absolutamente inédita y surrealista que quedará por la posteridad.

El cara a cara de los dos candidatos fue un ataque constante en corrupción, en economía y en la cuestión catalana. Las acusaciones iban de un lado a otro de la mesa y el debate quedó bastante igualado. Sin un ganador, puede ser el trofeo se lo llevaron Iglesias y Ribera que dieron la imagen de que el popular no quería debatir con ellos porque tenía miedo de perder las sillas del bipartidismo.

2016: Finalmente, el debate en cuatro

La imagen de Rajoy negando la evidencia no fue buena y ahora, que tanto Podemos como C's ya tienen sus diputados en el Congreso, para Rajoy ha sido imposible zafarse del debate. Finalmente esta noche habrá debate a cuatro lados, esta vez sí, con las primeras espadas de la candidatura en la Moncloa.