Una multitud de jóvenes se reunieron en la puerta de los grandes almacenes de lujo Harrods, en Knightsbridge para celebrar una noche larga después de una tímida apertura del gobierno de Boris Johnson sobre el confinamiento. Las imágenes que se vieron son esperpénticas: caos y centenares de personas reunidas en la calle, sin mascarilla ni guardando la distancia de seguridad.

Se les veía que el encuentro no era casual: iban preparados y bien vestidos para pasar una noche de fiesta. La policía de Londres tuvo que actuar y arrestó a cuatro personas después de dispersar toda la multitud.

No querían acabar la fiesta y volvieron a concentrarse en el Covent Garden, en el West End londinense. Algunos usuarios denunciaron las escenas a través de twitter.

Las imágenes se produjeron ayer sábado a las 17.30h de la tarde y también se repitieron en calles paralelas como Harvey Nichols. También se vivieron imágenes de violencia, dos se pelearon y una decena se les acusa de un delito al orden público. La multitud se dispersó pero crean un precedente en la manera de entender el desconfinamiento progresivo de los ingleses.

Más allá de los positivos, la sociedad inglesa está desesperada. El Instituto Legatum ha informado de que cerca de 700.000 personas del Reino Unido han caído en la pobreza como consecuencia del coronavirus. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico dice que "el panorama económico sigue siendo muy incierto, con la recuperación de la actividad cada vez más incerte" y advierten de un doble amenaza: la Covid y el Brexit.