El 23 de abril, Dia de Sant Jordi, los franceses tienen una cita con las urnas. Por primera vez desde la constitución de la Quinta República Francesa, los candidatos de los dos partidos mayoritarios en la Asamblea francesa -Partido Socialista y Los Republicanos- podrían quedar fuera de la segunda vuelta en unas presidenciales, un terremoto político que augura un cambio político transcendental en el país.

La mejor posicionada en los comicios es la extremista Marine Le Pen, del Frente Nacional, impulsada por fenómenos como la crisis económica, la crisis de los refugiados, los atentados terroristas en Francia y el resurgimiento del populismo en Europa y EEUU. No obstante, el recorrido de Le Pen hasta el Elíseo no será una senda llana: de izquierda a derecha, hasta 10 candidatos le disputan el puesto, cuatro de los cuales especialmente bien posicionados.

Macron, aire fresco

Emmanuel Macron, candidat d'En Marxa a les eleccions presidencials franceses

El joven Emmanuel Macron, candidato revelación en las elecciones francesas / EFE

Es el candidato más joven -tiene sólo 39 años- y también es el que tiene más posibilidades de pasar a la segunda vuelta junto a Marine Le Pen. Emmanuel Macron (1977) ha revolucionado el panorama político francés con su partido, En Marche! (en español, ¡En Marcha!), que apuesta claramente por el centro político, alejado de los partidos tradicionales, muy identificados con la izquierda (Partido Socialista) o de la derecha (Los Republicanos).

El auge de Macron recuerda al de Podemos en España: el joven político abandonó el Partido Socialista y creó su propio partido en abril de 2016, momento des de el que ha crecido exponencialmente hasta superar las expectativas del bipartidismo, ahora relegado. Ha habido varios intentos de rebajar sus posibilidades, como los rumores sobre su homosexualidad, pero no parecen haber tenido efecto.

Macron trabajó como inversor bancario hasta 2014, cuando fue nombrado ministro de Economía por el presidente socialista François Hollande. Su nuevo partido reúne las doctrinas liberal y socialdemócrata junto a un profundo europeísmo, lo que le ha convertido en el perfecto antagonista de Marine Le Pen.

Fillon, la revolución conservadora

François Fillon, el candidat dels Republicans a les presidencials franceses / EFE

François Fillon, de Los Republicanos, pretende dar un giro conservador en Francia si gana los comicios.

François Fillon (1954) es, junto a Macron, el único candidato con posibilidades de pasar a una segunda vuelta con Le Pen. Con una larga trayectoria política, que se remonta a la década de los 1970, el candidato a las presidenciales por Les Républicans (en español, Los Republicanos) pretende posicionarse como la alternativa moderada del Frente Nacional. 

Fillon se impuso sorprendentemente en las primarias a Nicolas Sarkozy, y lo hizo con un programa que pretende llevar a Francia a una revolución conservadora. Y es que el perfil de Fillon recuerda en gran medida a referentes del neoliberalismo conservador de la década de los 1970: Margaret Thatcher, en el Reino Unido, y Ronald Reagan, en Estados Unidos.

El que fue primer ministro en el último mandato de Sarkozy (2007-2012) se erigió rápidamente como la alternativa a Le Pen, pero los presuntos empleos ficticios de su mujer e hijos, junto a su imputación por presunta malversación y apropiación indebida le han dejado prácticamente sin apoyos dentro y fuera de su partido. No obstante, Fillon mantiene algunas posibilidades de pasar a una segunda vuelta, aunque con dificultades.

Hamon, la izquierda de la izquierda

Benoit Hamon, el candidat del PS a les eleccions presidencials franceses / EFE

Benoît Hamon pretende salvar los muebles del PS en un último intento de acceder a la segunda vuelta / EFE

Benoît Hamon (1967), el flamante nuevo candidato del Partie Socialiste (en español, Partido Socialista), aspira a suceder a François Hollande en el cargo. A diferencia de Macron y Fillon, parece bastante improbable que Hamon llegue a batirse con Le Pen. El partido hasta ahora hegemónico en la izquierda se encuentra en horas bajas, por la mala reputación de Hollande -el presidente peor valorado en décadas- y sobretodo por el giro radical que representa Hamon. La caída se enmarca también en un hundimiento general de la socialdemocracia europea.

El que fuera ministro de Economía Social y Educación en el último gobierno de Hollande ha roto con la moderación que ha caracterizado al PS en las últimas décadas. Entre sus propuestas más polémicas se encuentran la creación de una renta básica universal de 600 euros para los mayores de 25 años, legalizar el cannabis y la eutanasia y pretende cambiar la Constitución para proteger bienes com el agua, que considera de interés común.

Por el carácter de su programa, Hamon ha tenido que afrontar una pérdida de apoyos importante: el ex primer ministro Manuel Valls, que perdió contra él en las primarias, y los alcaldes de París y de Lion, le han retirado su apoyo y se han acercado a Macron.

Mélenchon, la insumisión

Jean-Luc Mélenchon, candidat de França Insubmisa a les eleccions presidencials franceses / EFE

Jean-Luc Mélenchon se presenta de nuevo como el candidato de Francia Insumisa, la marca del Partido Comunista francés

Es su segundo intento para alcanzar el Elíseo y de los cuatro candidatos para batir a Le Pen, es el que cuenta con peores perspectivas. Jean-Luc Mélenchon (1951), de France Insubmise (en español, Francia Insumisa), no sólo es una alternativa política, sino una alternativa del sistema. Y es que Mélenchon pretende abrir el proceso para fundar una nueva república francesa, la sexta. 

Mélenchon tiene una larga trayectoria política. Fue senador socialista durante 20 años y además ostentó el cargo de ministro delegado de Enseñanza profesional durante la presidencia de Jacques Chirac. En 2008, abandonó el Partido Socialista tras 22 años como miembro, todo para incorporarse a las filas del Partie de Gauche (en español, Partido de la Izquierda).

Mélenchon es un candidato claramente transgresor y cuenta con el apoyo del Partido Comunista. Sus políticas son claramente identificables con las propuestas del que fue precandidato demócrata en EUA Bernie Sanders o, en España, hay un gran paralelismo con Podemos.