Bruselas ha reclamado al gobierno británico que diga "exactamente qué quiere" para el Brexit antes de que los 27 estados miembros de la Unión Europea debatan como facilitar la ratificación del acuerdo de salida a Westminister que pedía Londres. El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker ha pedido a la primera ministra británica Theresa May que "explique cuáles son sus expectativas" para la futura relación con Bruselas una vez salgan del bloque. En este sentido, Juncker ha lamentado que a menudo las discusiones con los británicos han sido "nebulosas e imprecisas" y ha destacado que en Westminister hay "una enorme variedad" de visiones sobre como tiene que ser el pacto de retirada. "Nuestros amigos británicos nos tienen que decir qué quieren", ha afirmado.

Según fuentes comunitarias, los 27 quieren más "claridad y detalles" sobre qué "soluciones" propone el gobierno británico para resolver el bloqueo en la Cámara de los Comunes y qué escenarios se abrirán al Reino Unido de cara a la ratificación del acuerdo de salida "antes" de discutir con Londres sobre "las garantías" para la aplicación temporal el plan de contingencia irlandés que la primera ministra Theresa May pedía.

"Podemos añadir algunas clarificaciones pero no puede haber una renegociación", ha reconocido el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker en la rueda de prensa que se ha celebrado a la capital belga una vez acabada la reunión de los 27 jefes de estado y de gobierno de la UE. May se ha reunido con ellos justo antes para trasladar sus necesidades de cara a la ratificación del acuerdo de salida.

"Es responsabilidad del gobierno británico explicar exactamente qué quiere", ha reiterado Juncker reconociendo que aunque May "ha conducido una batalla con coraje, los resultados no están.

Conclusiones de la cumbre

Así pues, las conclusiones de la reunión entre los 27 líderes no hace ninguna mención a las "garantías adicionales" que ha pedido May. Los líderes europeos reiteran que el acuerdo "no está abierto a la renegociación" y manifiestan que quieren establecer "tan pronto como se pueda" cuál será la relación futura entre el Reino Unido y la UE una vez Londres abandone el club europeo. Desde Bruselas, se comprometen a iniciar "rápidamente" los preparativos para que las negociaciones puedan empezar tan pronto como sea posible después de la salida.

"Queremos demostrar a los miembros de la Cámara de los Comunes que nos tomamos eso seriamente", ha dicho Juncker. En este sentido, los líderes han mostrado disposición para encontrar un acuerdo de relaciones futuras con Londres que pueda evitar la aplicación del plan de contingencia irlandés que genera muchas reticencias a Westminister.

Plan de contingencia sobre la frontera irlandesa

Sin embargo, subrayan en la declaración que la red de seguridad o 'backstop' es una medida para evitar una frontera dura en la isla de Irlanda que pretende garantizar la integridad del mercado único. Con todo, defienden la "determinación" de la UE de trabajar "de forma rápida" en un acuerdo posterior a que establezca mecanismos alternativos antes del 31 de diciembre del 2020 -cuándo finaliza el periodo transitorio- de manera que no haga falta que se active.

En caso de que se tuviera que activar, expresan, se haría de forma "temporal" hasta que fuera sustituido por un acuerdo posterior a que garantizara que se evita una frontera dura. La idea, señalan, es que si se llega a este escenario, se negocie y se concluya sin demoras un acuerdo que sustituya el plan de contingencia. "Y esperaríamos lo mismo por parte del Reino Unido, de manera que el backstop sólo se aplicara para el tiempo que fuera estrictamente necesario".

En el último punto de las conclusiones, los líderes europeos llaman a "intensificar" la "preparación a todos niveles" para las consecuencias de la retirada del Reino Unido, "teniendo en cuenta todos los escenarios posibles". Es decir, reconocen que se prepararán también por un eventual escenario de salida abrupta del Reino Unido si no se consigue ratificar el pacto.