Las primeras elecciones Alemanas en qué la veterana canciller Angela Merkel no participada han concluido con un escenario político fragmentado. La hegemonía democristiana capitaneada desde hacía 16 años por Merkel se ha hundido ante una débil victoria socialdemócrata. El candidato del Partido Socialdemócrata (SPD) Olaf Scholz ha salido victorioso de estos comicios, con un 25,7% de los votos, seguido por Armin Laschet, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), con un 24,1%. Con buenos pactos de coalición los dos candidatos pueden acabar formando gobierno.

La coalición es imprescindible para crear un nuevo gobierno alemán. Tanto Scholz como Laschet ha dejado claras sus intenciones de pactar con otras formaciones por conseguir el gobierno alemán. Los dos partidos que se han convertido en la clave para dirigir el país son los Verdes y los Liberales.

Semáforo y Jamaica: en manos de dos partidos

Para poder erigirse como canciller se ha un partido o una coalición tiene que superar la barrera de los 368 escaños. Poco después de saberse los resultados se ha empezado a proyectar diversas posibles coaliciones, siendo dos las más probables. Por una parte, el renombre semáforo, por sus colores, que consta de: SPD, los Verdes y los Liberales.

El otro pacto posible mantendría en el gobierno al partido de Merkel. Para conseguir este hito después de los peores resultados de los democristianos Laschet tendría que seducir a los Verdes y a los Liberales antes que Scholz. La unión de estos partidos se conoce como coalición Jamaica, ya que la combinación de los colores de los partidos coincide con la bandera del país sudamericano.

 

 

Se mire como se trate los Verdes y los Liberales tienen la sartén por el mango y los dos están muy dispuestos a hablar y pactar. Los Verdes, liderados por Annalena Baerbock, han sido uno de los partidos que ha sacado mejor resultado pasando de ser sexta fuerza a tercera. El repunte de votos que han vivido les ha dado bastante para impulsar su agenda climática, que pretende hacer de Alemania un país climáticamente neutral, una línea roja que ya han dejado clara antes de empezar a negociar.

Por su parte los Liberales, bajo el mando de Christian Linder, han experimentado un ligero aumento de los votos con respecto a las elecciones de 2017 que los ha asegurado ser cuarta fuerza del país. Linder no ha tardado ha aludido a la "responsabilidad especial" que tiene su partido y ha señalado que está dispuesto a hacer una contribución para facilitar la formación de Gobierno, por lo cual hizo un claro gesto de complicidad en dirección a los ecologistas.

"Tiene sentido que partidos diferentes hablen entre ellos", ha respondido a los Liberales Annalena Baerbock en dirección a los liberales en la ronda de líderes celebrada delante de las cámaras después del cierre de las urnas, según recoge Efe. Sin embargo, las afinidades de los Verdes con los socialdemócratas dejan claro los sesgos que marcarán la negociación.

 

Imagen principal: Un ciclista circula ante un grupo de carteles electorales a Alemania / Europa Press