El ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, ha insistido hoy en la importancia de que una reapertura de la economía no comporte un repunte de nuevos contagios con el coronavirus. Con el fin de contener una posible tercera oleada, el ministro aboga por medidas que hagan posible la reanudación de la actividad económica "de manera responsable".

Altmaier se ha reunido hoy con los representantes de más de cuarenta asociaciones de varios sectores económicos que reclaman perspectivas claras, esta es la cuarta reunión en este ámbito desde el principio de la pandemia. En las declaraciones previas a la reunión virtual, el ministro ha recalcado la necesidad de no caer en la misma situación que los países vecinos, donde se ha producido una "situación dramática" con respecto al repunte del virus.

El estado pandémico de Alemania

La semana pasada el gobierno federal anunció la prolongación del confinamiento hasta el 7 de marzo, cuando, dependiendo de sí la tasa de incidencia baja por debajo de 35, los estados federados podrán relajar las medidas. De momento, la tasa se sitúa en 59 casos por 100.000 habitantes, en comparación con el 72,8 de la semana anterior.

El gobierno tuvo que imponer estas medidas estrictas después del repunte de la Navidad. El día 22 de diciembre alemana registró el récord de 36.153 nuevos infectados, una cifra que desde entonces ha bajado a buen ritmo. A pesar de eso, el gobierno federal no se ha querido fiarse y todavía no relaja las medidas restrictivas, que limitan las interacciones sociales y la apertura de escuelas y negocios no esenciales.

En Alemania, el número de personas que ya han recibido al menos la primera dosis de alguna de las tres vacunas disponibles contra la Covid-19 asciende a los 2.736.109, cifra que corresponde al 3,3% de la población total, mientras que 1.410.239 personas, un 1,7%, ya han obtenido la segunda dosis.

El punto de equilibrio

La gestión del coronavirus ha sido una cuestión de equilibrio por todo el mundo. Aquellos con el poder de decidir han tenido que poner en un lado de la balanza los asuntos económicos y el bienestar social, y en el otro la salud pública. A medida que la pandemia se alarga, el equilibrio se tiene que calcular de manera que los dos lados mantengan una estabilidad relativa, en muchos casos rozando el colapso.

Durante la pandemia, los alemanes han actuado con la moderación característica de los sajones, y ante la segunda ola de Navidad han preferido prevenir que cuidar. En el ámbito de las restricciones, los alemanes piensan a largo plazo, priorizando el frenazo de los contagios con el fin de poder volver a la normalidad cuanto antes posible. Con esta estrategia han podido rebajar los casos desde enero, conteniendo así una tercera ola, una tercera ola que aquí todavía estamos superando.

 

Foto principal: Angela Merkel / ACN