El Ejército alemán está investigando un supuesto caso de espionaje, después de que medios rusos filtraran este viernes una conversación entre varios oficiales de alto rango de la Fuerza Aérea. Según fuentes del semanario Spiegel, el Ministerio está alarmado ante la posibilidad de que la conversación grabada sea real y que se hayan producido otras escuchas a las conversaciones internas de las Fuerzas Armadas. El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo que su país investigará a fondo la aparente filtración de la grabación. "Lo que se está denunciando es un asunto muy serio y por eso ahora se está investigando muy esmeradamente, muy intensa y muy rápidamente," afirmó. También un portavoz del Ministerio de Defensa alemán ha afirmado que la Agencia para al Servicio de Protección Militar ha emprendido "todas las medidas necesarias" para aclarar el caso.

El canal estatal ruso RT (antiguo Russia Today) publicó este viernes un audio de unos 30 minutos en el cual supuestamente se oye al máximo responsable de la Fuerza Aérea alemana, Ingo Gerhartz, conversar con varios oficiales de alto rango sobre la posibilidad de suministrar misiles Taurus en Ucrania. Los interlocutores abordan también las opciones técnicas para destruir con este armamento el puente de Kerch, que conecta la península de Crimea con territorio ucraniano, o depósitos de armamento rusos, aunque los militares reconocen que no hay luz verde para efectuar el envío. De hecho, la publicación de la conversación se produce en un momento especialmente delicado para el gobierno del canciller Scholz, que esta semana causó controversia al asegurar que Berlín no puede entregar Taurus a Ucrania porque implicaría el riesgo de intervenir en el conflicto.

Alemania hace equilibrios con Ucrania

Scholz argumentó que Kiev no podría operar estos sistemas sin la ayuda de soldados alemanes —cosa que constituye una línea roja para Berlín, porque significaría su participación directa—, pero el audio difundido por RT parece contradecir esta afirmación. De acuerdo con las fuentes de Spiegel, el Ministerio de Defensa alemán parte de la base de que el audio es real y no ha sido manipulado con herramientas de inteligencia artificial. La conversación, que según el medio ruso tuvo lugar el pasado 19 de enero, no se produjo a través de una línea segura, sino a través de una plataforma de videoconferencias.

En Moscú, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zajárova, pidió públicamente explicaciones a su homóloga alemana, Annalena Baerbock, por el contenido del audio. Esta semana, Scholz prometió a los ciudadanos alemanes que mientras sea jefe de gobierno no enviará a soldados de las fuerzas armadas a Ucrania, después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, considerara esta posibilidad el lunes pasado. "No queremos que la guerra de Rusia contra Ucrania se convierta en una guerra entre Rusia y la OTAN. En eso estamos de acuerdo con todos nuestros aliados", dijo en un breve mensaje de vídeo difundido en las redes sociales.

Un "ataque híbrido"

Por su parte, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, se ha pronunciado este domingo por la tarde sobre la cuestión y ha calificado las publicaciones que han hecho los medios rusos de las conversaciones entre oficiales alemanes como un "ataque híbrido". A la vez, Pistorius ha prometido "consecuencias".  "Es parte de la guerra informativa de Putin, sin duda. Es un ataque híbrido, desinformación. Se trata de crear división, de socavar nuestra unidad", ha afirmado el ministro en una comparecencia en Berlín.

El ministro socialdemócrata ha instado a reaccionar de manera "prudente" y no "caer en la trampa" de Moscú, que busca reforzar la narrativa que occidente está en guerra con Rusia, en lugar de limitarse a apoyar en Ucrania "en su legítima guerra de autodefensa", según ha afirmado. Pistorius ha asegurado que el momento en el cual se publicó el audio "no es una casualidad". Justo después del funeral del opositor ruso Alekséi Navalni y de las nuevas revelaciones sobre el exdirectivo de Wirecard Jan Marsalek, el objetivo de la filtración es causar división en la política interior de Alemania, ha afirmado.

Investigación interna

Pistorius ha indicado que los servicios alemanes de contraespionaje militar (MAPAD) han abierto una investigación después de conocerse los hechos para determinar si la interceptación fue posible gracias a errores cometidos por los implicados, el resultado de los cuales, según dijo, se conocerá en los próximos días. Por un lado, afirmó, hay que esclarecer si los oficiales tenían autorización para discutir las informaciones mencionadas, de las cuales una parte era de carácter delicado y no de dominio público.

Además, se tiene que determinar si el canal empleado -la plataforma de videoconferencias WebEx- era el adecuado, o si tienen que ajustarse los protocolos de seguridad de la Fuerza Aérea. Sin embargo, se ha descartado en principio el cese de los oficiales implicados, contra los cuales podrían abrirse en todo caso un procedimiento disciplinario si se encuentra que infringieron los procedimientos de seguridad. "Si han sentido, ustedes, el audio, los oficiales han hecho el que es su propósito, reflexionar sobre posibles escenarios sin planear nada", ha afirmado Pistorius, en alusión al modo en que han presentado algunos medios el contenido. Ha destacado además que en la conversación "dejan claro todo el tiempo que la línea de la participación en la guerra, que tiene diferentes formas, no se tiene que sobrepasar".

El incidente ha causado alarma en Alemania, ante la posibilidad que no se trate de la única escucha y que las comunicaciones del Ejército no dispongan de la seguridad adecuada. Llega además en un momento delicado para Scholz, sobre el cual aumenta la presión para suministrar los Taurus y que se escudó esta semana para su negativa en el argumento que Kiev no podría manejarlos sin la cooperación de soldados alemanes.