Se abre un nuevo frente en el escándalo de las cacerías de personas en Sarajevo durante la guerra de Bosnia en los años 90. En el marco de la investigación abierta por la Fiscalía de Milán, el periodista croata Domagoj Margetić ha denunciado ante las autoridades italianas la presunta implicación del actual presidente de Serbia, Aleksandar Vučić. El informador ha señalado que el entonces joven Vučić fue voluntario destinado en una de las posiciones militares del asedio a Sarajevo desde las que se habrían producido los tiroteos por ocio contra población civil y sostiene que fue partícipe directo.
El periodista croata ha difundido en sus redes sociales documentos que, según él, probarían la presencia del presidente serbio en esa zona en aquellos momentos. Cuando Aleksandar Vučić era estudiante universitario estalló la guerra en los Balcanes. En 1993 se afilió al Partido Radical Serbio, ultranacionalista y de extrema derecha. Fue entonces cuando acudió como voluntario a visitar el asedio serbio a Sarajevo. Un episodio de su vida que no es desconocido. Sin embargo, de acuerdo con las nuevas acusaciones, su grupo fue de carácter paramilitar y estuvo asentado en el cementerio judío de Sarajevo, uno de los lugares preferidos por los francotiradores por su posición elevada sobre la ciudad.
"Existen indicios serios de que Vučić participó personalmente en los safaris humanos y que ayudó a proporcionar logística y asistencia a los cazadores extranjeros", sostiene el periodista croata que le acusa. Aleksandar Vučić, que es presidente de Serbia desde 2017, participó en un destacamento dirigido por el comandante Slavko Aleksić, que habría estado en el citado cementerio judío de la capital bosnia y ha sido acusado de cometer crímenes de guerra durante el conflicto en los Balcanes. La acusación se sustenta en testimonios de la causa del Tribunal Penal de La Haya contra Radovan Karadžić, que fue condenado a cadena perpetua en 2019 como máximo responsable político de los crímenes de guerra en Bosnia.
Ricos de diversos países pagan por disparar a civiles en Sarajevo
El escándalo estalló este noviembre, tras la apertura por parte de la fiscalía de Milán de una investigación. La denuncia la pusieron el escritor y periodista italiano Ezio Gavazzeni, el exmagistrado Guido Salvini y la abogada Nicola Brigida, junto con Benjamina Karic, quien fue alcaldesa de Sarajevo entre 2021 y 2024. Han recogido rumores sobre una macabra forma de turismo que han persistido durante años en Bosnia y Serbia: un número todavía indeterminado de personas pudientes de diversos países pagaron entre 80.000 y 100.000 euros por participar en cacerías humanas a civiles por ocio durante el asedio a Sarajevo, un precio que subía si se disparaba a niños.
El perfil que da la denuncia es de personas próximas a círculos de la extrema derecha y con pasión por las armas que exhibían en campos de tiro o excursiones de caza, y que buscaban adrenalina de forma “sádica”. Entre los testimonios que están preparados para declarar hay un exoficial de inteligencia bosnio, que está dispuesto a relatar lo que le explicó un prisionero de guerra serbio capturado: el transporte de los “cazadores” desde Belgrado. El testigo que recoge la denuncia afirmaba que, como mínimo, participaron un hombre de Turín, uno de Milán y uno de Trieste. Sin embargo, las autoridades siguen tirando del hilo y se ha apuntado a ciudadanos alemanes, franceses, rusos, canadienses, norteamericanos y españoles. El eurodiputado de los Comuns Jaume Asens ha presentado este miércoles una denuncia a la Fiscalía española para que investigue si hay ciudadanos implicados en estos safaris.