Más de la mitad de los ciudadanos europeos decidieron no ir a votar en las últimas elecciones europeas. La sensación de que 'Bruselas' es un ente ajeno o incluso el desconocimiento sobre los comicios no impiden que a la capital belga y entre pasillos esté la esperanza de que entre el 23 y el 26 de mayo aumente la participación. Hasta 420 millones de ciudadanos europeos de los 28 estados miembros -delante del callejón sin salida del Brexit el Regne Unit se ha visto forzado a participar- son llamados en las urnas la próxima semana para decidir quiénes serán los 751 eurodiputados que los representarán los próximos 5 años en la Eurocámara. Según afirma en una entrevista con la ACN el portavoz de la institución, Jaume Duch, cualquier porcentaje que esté por encima del 43% -el obtenido en el 2015- será una buena cifra.

De hecho, apunta que de alguna manera el Brexit "ha funcionado como una vacuna" para que la gente se dé cuenta "qué querría decir marcharse de la UE" y ha hecho que en países como Finlandia o Suecia haya porcentajes de adhesión a la UE por encima del 70-75%. "Yo creo que está por aquí por donde puede venir un aumento de la participación", añade.

En España treinta y dos candidaturas se disputarán 54 escaños el domingo 26 de mayo, coincidiendo con elecciones municipales y algunas autonómicas. Para Duch, el hecho de que coincidan hará subir la participación en el Estado. Además, explica que según los datos de los cuales disponen a España "la gente conoce ahora mejor la UE de lo que hace 5 años". "Quizás porque ha estado la crisis, porque la UE ha tomado competencias en temas más políticos y no sólo técnicos", argumenta.

¿Cuándo votan los diferentes países de la UE?

Aunque en España y la mayoría de estados miembros la jornada electoral será el día 26, ni siquiera en eso coincide la UE. Los primero países, Holanda y el Reino Unido, votarán el día 23 mientras que el 24 lo hará Irlanda y la 25 Letonia, Malta y Eslovaquia. La República Checa permitirá votar entre el 24 y el 25 y el resto de estados lo harán el domingo 26. En algunos de estos países los ciudadanos están obligados por ley a votar. Es el caso de Bélgica, Bulgaria, Chipre, Grecia y Luxemburgo.

Otro elemento que presenta diferencias entre los 28 estados de la UE es que la legislación de cada uno difiere a la hora de facilitar métodos para el voto de los residentes en el extranjero. Los irlandeses, los checos, los malteses y los eslovacos, por ejemplo, no pueden votar si residen fuera del país, Estonia es el único estado que permite el voto electrónico y en el caso de España, como la gran mayoría de los estados, pueden votar por correo o al consulado o la embajada.

¿Cuántos eurodiputados tocan a cada país?

En total se escogen 751 eurodiputados, atribuidos por estados en función del volumen de población pero garantizando la representatividad de diferentes opciones políticas en todos los países. El país con más escaños es Alemania (96) mientras que Chipre, Malta y Luxemburgo son los que tienen menos (6 cada uno). España es el cuarto estado con más eurodiputados (54), sólo por detrás de Alemania, Francia e Italia. Hasta ahora, 9 de los 54 escaños eran ocupados por diputados catalanes: Santi Fisas, Francesc Gambús, Javi López, Javier Nart, Teresa Giménez Barbat, Ramon Tremosa, Josep-Maria Terricabras, Jordi Solé y Ernest Urtasun.

Los 54 escaños, sin embargo, variarán cuando el Reino Unido salga finalmente de la Unión Europea, una fecha que a estas alturas se hace difícil saber. En todo caso, la composición de la Eurocámara después del Brexit será de 705 escaños, en comparación con los 751 actuales. Con la pérdida de los escaños ocupados por los eurodiputados británicos, algunos estados, ganarán asientos. En el caso de España pasará de los 54 a los 59, es decir, ganará 5. Como explica Jaume Duch, en el mismo momento que los británicos abandonen la UE, sea dentro de 3 semanas, 6 meses, un año o dos, "el día siguiente por la mañana, las cinco personas que hayan quedado en lista de espera serán proclamadas automáticamente eurodiputados en el Parlamento Europeo".

La situación, a pesar de que nueva, se asimila a la vivida en diciembre del 2011, cuando 18 miembros adicionales se unieron al Parlamento Europeo a mitades de la legislatura como resultado de la ratificación del Tratado de Lisboa, alterando la composición de la cámara después de las elecciones del 2009.

Cambios en las mayorías parlamentarias

Según las últimas encuestas publicadas por el mismo Parlamento Europeo, uno de los escenarios posibles el 26-M es que los populares y los socialistas pierdan la mayoría en la cámara. "Seguramente el primer titular es que nos encontraremos en un parlamento con mayoría proeuropea, pero nos encontraremos también en un parlamento también más fragmentado que el anterior, con un parlamento menos bipartidista en que por primera vez las dos grandes familias ideológicas europeas que son PP y socialistas quedarán probablemente por debajo del 50%", explica Duch. Eso oficializa, según el portavoz, que los grupos parlamentarios se abran a una negociación "no sólo permanente sino más estructurada también con otros grupos parlamentarios de la zona más proeuropea del hemiciclo".

Sobre las posibilidades que el aumento de la extrema derecha y el euroescepticismo suponga un bloqueo real a la cámara, Duch cree que la "verdadera influencia" no vendrá tanto de la posibilidad de que aumente mucho el número de diputados sino de la facilidad con la cual se organicen o no se organicen". "Me refiero en qué en vez de estar divididos en tres grupos parlamentarios [...] puedan constituir por ejemplo dos grupos y que uno de estos sea más influyente de lo que era hasta ahora", expone. En todo caso, mantiene que como parlamento lo que cuenta al final son las mayorías y por eso no prevé cómo se podría ejercer un bloqueo.