Nueva York es desde ayer la primera gran ciudad en limitar las licencias de compañías como Uber o Lyft en el negocio de los taxis. El ayuntamiento neoyorquino que dirige Bill de Blasio aprobó hoy un proyecto de ley para limitar durante un año la emisión de nuevas licencias de los vehículos con conductor (VTC).

La medida, con exención para los vehículos que sean accesibles en silla de ruedas, salió adelante tras una votación del Concejo local y forma parte de un paquete regulatorio que incluye el establecimiento de un salario mínimo para los conductores de esos vehículos VTC. El paquete de medidas contempla también crear un nuevo marco regulatorio con licencias para las empresas de VTC que realizan un gran volumen de servicios (10.000 diarios) en la ciudad.

 "Nuestra ciudad se enfrenta directamente a una crisis que está llevando a los neoyorquinos trabajadores a la pobreza y nuestras calles a un estancamiento. El crecimiento sin control de las compañías de vehículos de alquiler exigía una actuación, y ahora ya está aquí", subrayó el alcalde en un comunicado.

Esta es la primera iniciativa de este tipo en EE.UU., que se produce en la ciudad más poblada y de mayor importancia para Uber, una de las firmas que han contribuido a la congestión del tráfico y al empeoramiento de las condiciones laborales de los taxistas, según denuncian el sector y los concejales impulsores de la legislación. Mientras, ciudades como Barcelona, Madrid, Londres o Buenos Aires, siguen debatiendo y gestionando los conflictos generados por las licencias VTC.