Vinos de ánforas: un viaje de retorno como los nombró Josep Roca. Pues sí, aparte de una moda, son mucho más. Son la tradición recuperada. No solo eran utilizadas por fenicios y romanos, entre otras civilizaciones, para el transporte y curada de cereales y otros alimentos, entre ellos las uvas, las pasas y las aceitunas. Las ánforas solían cerrarse con barro, aceite, miel o pez (resina de pino fundida). Ahora los cierres pueden ser también de acero inoxidable. Los vinos con tinajas de barro son reclamados por importantes bodegas internacionales por su temperatura constante y control de la porosidad. Proceso natural y terrenal, un respeto de la uva. En Georgia, con sus krevis (ánforas enterradas en el suelo) en la región de Kajeti, es el país con la viticultura más antigua del mundo.

 

Cocciopesto

Es un material empleado por los antiguos romanos que conjuga pasado y presente. Son fragmentos de ladrillo triturado y de piedra, arena, aglutinante de cemento y agua. Este material nuestra una microporosidad significativa en la fase final del proceso de secado natural que lleva a exaltar.

Cemento

Es un material intrínsecamente natural, asimilable a la piedra que deriva, con características físico-químicas que permiten una perfecta conservación del vino. Los contenedores hechos de este material dan mayores garantías de durabilidad e higiene.

Crianza bajo el mar

Proporciona temperatura constante, oscuridad, estanqueidad de las ánforas y una crianza más lenta que mantienen el vino más fresco y frutal.