Denominamos infusión a un tipo de bebida que se obtienen de la introducción de una planta o partes de ella, generalmente hojas, raíces o frutos, en agua hirviendo. Este proceso y la permanencia durante un tiempo de las plantas permite que el agua adquiera parte del sabor y las propiedades del vegetal, al extraerse mediante la cocción parte de los elementos solubles de la hierba, fruto, raíz u hojas infusionadas.

Denominamos infusión a un tipo de bebida que se obtienen de la introducción de una planta o partes de ella

Tradicionalmente se han bebido por su sabor y por sus propiedades medicinales, ya que muchas de las plantas que se emplean tienen propiedades relajantes, vigorizantes, astringentes o antisépticas entre otras. Pero no solo se han consumido oralmente, sino que también se han empleado en apósitos o vendajes o para ayudar a curar heridas, en uso tópico.

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Infusión / Fuente: Unsplash

Tipos de infusión

Existen muchas formas de poder clasificar los diferentes tipos de infusiones. Una de ellas y la más habitual es la que tiene en cuenta la planta en cuestión que se emplea para elaborarlas, y que les da nombre.

En este sentido, aunque existe una muy amplia variedad disponible a continuación os dejamos con algunas de las más habituales y algunas que seguramente os sorprenderán:

1. Té

Hablar de infusiones lleva casi inevitablemente a hablar del té. Considerada como una de las infusiones por excelencia y parte del acervo cultural de muchas tradiciones (incluyendo la británica, la china o la japonesa), el té es conocido por sus propiedades estimulantes (si bien a menudo se considera que ayuda a relajarse y tiene componentes que ayudan a ello) así como sus propiedades antioxidantes y astringentes.

2. Tila

De manera semejante a la valeriana, la tila se caracteriza por ser una de las infusiones más empleadas para relajarse y combatir el insomnio. Elaborada a partir de las hojas de tilo, fue considerado el néctar de los reyes y tiene propiedades antiespasmódicas, hipotensoras (reduce la tensión arterial), analgésicas y antiinflamatorias.

3. Infusión de menta

La menta es otro de los vegetales cuya hoja suele usarse en infusiones. Con un sabor muy característico, la infusión presenta propiedades saciantes, hepatoprotectoras y diuréticas, así como relajantes (salvo que se tomen dosis excesivas, que producen activación y posibles problemas de sueño).

Contribuye a mejorar la digestión y reducir los gases, además se mejora el metabolismo intestinal, y es especialmente utilizada para mejorar afecciones respiratorias.

Infusión 2
Infusión 2 / Fuente: Unsplash

4. Infusión de cola de caballo

La cola de caballo es empleada fundamentalmente por sus propiedades diuréticas y depurativas, que ayudan a orinar y combatir problemas genitourinarios como la cistitis o retención de líquidos.

Reduce la tensión arterial, es astringente y cicatrizante (se emplea sobre hemorragias o heridas leves) y permite reducir inflamaciones o úlceras bucales, además de contener sales minerales y vitaminas relevantes para nuestra salud.

5. Infusión de romero

No es una de las más populares, pero también puede realizarse una infusión con romero. Esta infusión contribuye al buen funcionamiento digestivo (disminuye la acidez y los gases) y tiene propiedades astringentes (con lo que ayuda a reducir la diarrea), así como antibióticas. También contribuye a mejorar el funcionamiento del hígado y a reducir el colesterol.

6. Infusión de diente de león

El diente de león, en infusión, ayuda a aumentar la secreción de bilis y tiene propiedades depurativas y favorecedoras de la excreción y la digestión. El hígado, el conjunto del tubo digestivo y los huesos pueden beneficiarse de su consumo. También tiene propiedades calmantes y previene la anemia, además de contribuir a controlar la diabetes.