Los vuelos pueden ser largos, incómodos y, si tienes mala suerte con el asiento, directamente pesados. Pero cada vez más viajeros están compartiendo trucos caseros que convierten cualquier vuelo en una experiencia un poco más cómoda — sin necesidad de comprar ningún accesorio ni llevar media casa encima. Dos de estos trucos se han hecho virales recientemente, y son tan ridículamente simples como efectivos. ¿Lo mejor de todo? Son gratis. Solo necesitas un poco de ingenio y dos objetos que probablemente ya tienes en el avión o encima: una bolsa de vómitos y una gorra. Sí, tal como suena. Estas dos cosas pueden transformar totalmente cómo ves pelis o series durante un vuelo, y liberarte las manos para comer, escribir o simplemente descansar mejor. Te lo explicamos paso a paso.
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Qué hacer antes de coger el vuelo para ver tus series preferidas
Antes de coger el vuelo, asegúrate de haber hecho lo más importante: descargar el contenido. La mayoría de los vuelos comerciales, especialmente los de corto y medio radio, no disponen de wifi gratuito — y cuando hay, a menudo es lento, limitado o hay que pagarlo.
La mejor opción es prepararte antes de subir al avión. Tanto Netflix como HBO Max, Prime Video o Disney+ ofrecen la posibilidad de bajar episodios, películas y documentales para verlos offline. Solo tienes que activar la opción de descarga cuando estés conectado al wifi de casa o del hotel, y comprobar que los archivos están disponibles dentro de la app antes de poner el móvil en modo avión.
Recuerda también cargar bien la batería o llevar una batería externa, porque algunos asientos no tienen enchufes o USB funcionales. Y activa el modo avión con el wifi desactivado, así te ahorras notificaciones y ahorras batería.
Con el contenido preparado y estos dos trucos caseros que te mostramos, ya tienes todo lo necesario para convertir tu próximo vuelo en una sala de cine improvisada.
Cómo improvisar un soporte para el móvil sin comprar ningún gadget
Cuando quieres ver una serie o una peli durante un vuelo y no tienes ningún soporte para el móvil, la primera reacción suele ser aguantarlo con la mano, apoyarlo contra una botella o hacer equilibrios imposibles con la bandeja. Pero no hay que complicarse tanto: con un poco de ingenio y cuatro objetos que ya tienes a mano (nunca mejor dicho), puedes montar un soporte casero que te dejará las manos libres y te hará sentir como un genio del bricolaje aéreo.
Un nuevo uso para la bolsa de vómitos
Cuando alguien dice "bolsa de vómitos", seguramente no te imaginas un gadget de entretenimiento. Pero en este caso, es exactamente eso. Un usuario compartió un vídeo en Instagram donde transforma la típica bolsa de papel que hay dentro del bolsillo del asiento en un soporte de móvil improvisado. Y no es ningún disparate: funciona perfectamente.
El truco consiste en hacer una pequeña apertura en la bolsa, lo bastante grande para meter el teléfono. Una vez has colocado el dispositivo, solo hay que cerrar la bandeja del asiento de delante atrapando la parte superior de la bolsa — como si fuera una pinza de papel. El móvil queda colgado, a una altura ideal para mirar series o películas, sin tener que sostenerlo con las manos o apoyarlo incómodamente en la bandeja.
Es un ejemplo brillante de reutilización creativa, especialmente útil en vuelos donde no hay pantallas individuales. Y lo mejor es que, si tienes dos móviles o viajas con alguien más, puedes repetir el invento con una segunda bolsa. O incluso con una tuya, si llevas alguna de ropa fina o de papel reciclado.
La gorra que se convierte en pantalla flotante
El otro hack que ha dado la vuelta al mundo también pone en práctica la creatividad extrema. En este caso, el objeto protagonista es la gorra de toda la vida. Sí, la de visera. El vídeo muestra cómo un viajero cuelga su gorra en el pequeño gancho que a menudo hay detrás del asiento de delante —aquel que normalmente pasa desapercibido o se utiliza para colgar una chaqueta—, y coloca el móvil dentro, encajado en la visera.
El resultado es casi mágico: el teléfono queda suspendido, bien fijado y en una posición perfecta para mirar contenido con comodidad. Como si fuera una pantalla flotante personal. Sin accesorios, sin ventosas, sin comprar nada en Amazon. Solo una gorra que probablemente ya llevas encima si estás viajando a un sitio soleado o de vacaciones.
Además, este truco tiene la ventaja de que puedes inclinar ligeramente la visera para ajustar el ángulo de visión. Y si te preocupa que el móvil caiga, puedes colocar un pañuelo o una goma interior para dar más sujeción. Es una solución tan sencilla que cuesta creer que no se nos haya ocurrido antes.
Estos dos trucos tienen una cosa en común: son soluciones nacidas de la necesidad, de querer estar cómodo sin tener que pagar más ni cargar gadgets voluminosos. Son la expresión más pura del travel hacking cotidiano: observación, inventiva y capacidad de improvisación. No te cambiarán la vida, pero te ahorrarán incomodidades. Y una vez los pruebes, quizás ya no volverás a mirar una bolsa de vómitos ni una gorra de la misma manera.
La próxima vez que hagas un vuelo, mira a tu alrededor: quizás tienes al alcance más soluciones de lo que pensabas. Y si no, recuerda que el ingenio, a 10.000 metros, puede ser tu mejor compañero de viaje.