Durante años nos hemos acostumbrado a pensar que cada rincón de la casa necesita su propio producto de limpieza. Uno para el horno, otro para la vitro, otro para pequeños electrodomésticos… El resultado suele ser el mismo: un armario lleno de botes y un gasto constante que se nota en la cesta de la compra.
Las pastillas del lavavajillas tienen más funciones
Sin embargo, cada vez son más los expertos en organización y limpieza del hogar que apuestan por volver a lo básico. Utilizar menos productos, pero que sean realmente eficaces. Y en ese camino, uno de los grandes aliados inesperados está en casi todas las cocinas: las pastillas de lavavajillas.
Aunque su uso principal es el de dejar platos y cubiertos impecables, su fórmula las convierte en una opción muy eficaz para eliminar grasa acumulada en otros aparatos que usamos a diario para cocinar.
Según explica María Fernández, especialista en hogar y creadora de contenido sobre limpieza, estas pastillas pueden facilitar mucho la limpieza tanto del horno como de la freidora de aire, dos electrodomésticos donde la grasa suele incrustarse con facilidad y que, por pereza, no siempre se limpian tan a menudo como deberían.
Por qué funcionan tan bien fuera del lavavajillas
Las pastillas están diseñadas para descomponer restos de comida reseca y grasa persistente a altas temperaturas. Precisamente por eso, aplicadas correctamente, ayudan a reblandecer la suciedad adherida en superficies como las paredes del horno o la cubeta de la airfryer, reduciendo el esfuerzo posterior. No se trata de frotar durante minutos, sino de dejar que el producto haga gran parte del trabajo.
Cómo limpiar la freidora de aire con una pastilla de lavavajillas
La freidora de aire acumula grasa casi sin que nos demos cuenta, especialmente si se usa con frecuencia. Este método permite limpiarla sin productos específicos ni cepillos duros:
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Llena la cubeta con agua caliente hasta cubrir la zona sucia.
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Añade una pastilla de lavavajillas y deja que se disuelva.
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Coloca la cubeta en la freidora y ponla en marcha durante unos minutos a temperatura media-alta.
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Apaga, deja templar el agua y vacía.
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Pasa una esponja suave o una bayeta: la grasa sale mucho más fácil.
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Aclara bien y seca antes de volver a usarla.
Cómo usar este truco para limpiar el horno
El horno es, probablemente, uno de los electrodomésticos que más cuesta limpiar. Aquí el truco se basa en el vapor:
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Coloca una bandeja resistente al calor con agua dentro del horno.
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Añade una pastilla de lavavajillas al agua.
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Enciende el horno a temperatura baja durante unos 20 o 30 minutos.
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Apaga y deja que se enfríe ligeramente.
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Limpia el interior con una bayeta húmeda.
El vapor generado, combinado con el poder desengrasante de la pastilla, ayuda a despegar la suciedad acumulada en paredes y cristales sin necesidad de productos agresivos.
