La tradición de incorporar gigantes y cabezudos a las fiestas populares es algo común tanto en Europa occidental como en Latinoamérica. En muchos casos, aquí, en Europa, son tradiciones que se remontan incluso a la Edad Media, y aún hoy salen a bailar por las calles figuras creadas hace más de un siglo. Y todavía hoy levantan pasiones: todo el mundo ama los gigantes de su ciudad, y cree que son los mejores. Aunque a veces generan polémica, como a principios de 2023 cuando la candidata de la CUP por Barcelona, Basha Changue, propuso retirar los gigantes negros al entender que era enaltecimiento del colonialismo (lo cual generó voces en contra desde sus propias filas).
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El caso es que aquí, en La Tumbona de ElNacional.cat, nunca rechazamos una buena polémica, pero sobre todo nos gusta la pasión en un sentido positivo. Así que vamos a combinar ambas ideas con una lista de los que para nosotros son los mejores gigantes de Catalunya. No os enfadéis si no están los vuestros: ¡recordad que todo es subjetivo!
Los 6 gigantes más emblemáticos de Catalunya
Los gigantes de Vilanova y la Geltrú
En Vilanova i la Geltrú la tradición de los gigantes está documentada desde 1709, si bien aquellas figuras se deterioraron y se perdieron del todo durante la Guerra Civil. Hoy, sus fieles reproducciones son la pareja del Gegant de la Porra y la Geganta Grossa, la más alta de la ciudad, con 4m 75cm y 4m 55cm de altura respectivamente, y sus acompañantes: el Hereu y la Pubilla.
Los gigantes de Reus
Los gigantes de Reus son de esos que levantan polémica por sus nombres y origen, ya que surgen en un momento ideológico muy distinto al presente en cuanto a la visión del mundo y sus pueblos.
Se crearon en 1805 (aunque ahora los originales están en el museo y lo que vemos son réplicas hechas en 2005) para mostrar "los cuatro continentes", aunque solo llegaron a hacer tres parejas: los Vitxets representando a Europa, los Moros representando Asia y los Indios representando América.
Hubo que esperar a 1956 para que se estrenara otra pareja, los Japoneses, que desde entonces representaron Asia, pasando los Moros a representar África. Oceanía, que no estaba aún ubicada en el mapa cuando se crearon los primeros gigantes, obtuvo su pareja en 1977: los Negros.
Los gigantes de Vilafranca del Penedés
Ferragut y Elisenda son los nombres de estos emblemáticos gigantes. Aunque están documentados desde 1600, las figuras que conocemos son del siglo XIX, de 1831 más concretamente, aunque fueron sufriendo muchas restauraciones y remodelaciones desde entonces. De hecho, aunque representan una pareja real europea, quizá inspirados en los Reyes Católicos, los han vestido como campesinos, como nobles o incluso como caudillos musulmanes.
Los gigantes de Montblanc
No podían faltar en esta lista los gigantes de Montblanc. Una curiosa dicotomía: se trata de una ciudad con gran tradición de gigantes, hasta el punto que en 2006 fue nombrada Ciutat Gegantera de Catalunya. Sin embargo, sus gigantes, que datan de 1864, no tienen nombre. Solo son "el gigante y la giganta".
Como curiosidad: el gigante, en su mano, sujeta la carta puebla que le otorgó a la villa Alfonso I en 1163.
Los gigantes de Montblanc. Imagen: @gegantsdemontblanc
Los gigantes de la Ciudad de Barcelona
Barcelona cuenta con gigantes muy emblemáticos: los de Santa María del Pi, y los de Santa María del Mar. Pero los primeros, los más veteranos (aunque sean nuevas figuras) son los llamados gigantes de la Ciudad.
Su existencia se empieza a documentar desde la procesión de Corpus de 1424, si bien las figuras, claro está, son nuevas. De hecho, en 1999 se hizo un concurso para renovar su diseño, y los ganadores fueron tan polémicos que en 2005 se retiraron sus figuras para recuperar otros modelos hechos en 1991, más cercanos a lo que el público esperaba ver.
Los gigantes de Mataró
La familia Robafaves es toda una institución en Mataró, que por supuesto participa de Les Santes, la épica fiesta mayor de la ciudad. El grupo lo forman Robafaves, su esposa la Geganta, y sus hijos Toneta y Maneló. Estos están documentados desde 1683, aunque desaparecieron en 1808 con la Guerra de Independencia.
En 1848, con la llegada del ferrocarril a la península (y a Mataró), uno de sus ciudadanos ilustres, Miquel Biada, impulsó la recuperación de los gigantes, por lo que se crearon unos nuevos, una familia de la nobleza medieval que acabaría, con los años, obteniendo el nombre de Robafaves (se documenta por primera vez en 1888) y ampliando la familia de 1 a 2 hijos.
No podrás negarnos que son gigantes emblemáticos de Catalunya, ¿verdad? ¿Qué piensas tú de todos ellos? ¿Cuál crees que nos hemos dejado y es imperdonable?