Conseguir uno moreno envidiable es uno de los objetivos del verano para muchas personas, que se estiran en la playa, en la piscina o en la terraza de casa para captar todos los rayos de sol posibles. Aunque la cara, los hombros y las piernas se bronceen, hay una parte del cuerpo que parece inmune a la radiación solar: las plantas de los pies y las palmas de las manos. ¿Por qué no se ponen morenos a pesar de la exposición al sol? En La Tumbona de ElNacional.cat te resolvemos la duda.

⛱️ Los destinos más económicos de sol y playa a los que puedes volar desde Barcelona
 

🛟 Las 5 piscinas públicas de Barcelona con mejores vistas
 

El moreno es una reacción de defensa del cuerpo

Ponerse moreno es una moda que se ha instalado en nuestra sociedad en las últimas décadas. Es una forma de mostrar que hemos estado de vacaciones, disfrutando de un tiempo de relajación al aire libre, alejados de la rutina que nos obliga a estar en casa o en el trabajo el resto del año. Pero aunque con el bronceado nos vemos más guapos y que nos llevamos algunos cumplidos, hay que recordar que el moreno no necesariamente es un símbolo de salud.

En realidad, el bronceado es una reacción del cuerpo para proteger las células de la piel de los efectos perjudiciales de los rayos ultravioleta. Cuando estas radiaciones entran en contacto con la piel, unas células denominadas melanocitos activan la producción de melanina, un pigmento que recubre las células para evitar que estas sufran mutaciones perjudiciales. Si la exposición al sol se mantiene en el tiempo, la producción de melanina aumenta y además “sube” hacia la parte más externa de la epidermis, haciéndose más visible. Es por este motivo que con el paso de las semanas nos ponemos más morenos.

¿Por qué las palmas de la mano y las plantas de los pies no se ponen morenas?

El hecho de que algunas personas se pongan más morenas que otras depende de factores genéticos, ya que la producción de melanina varía de un individuo a otro. Normalmente, las personas con la piel más oscura producen más melanina que las de piel más clara, y eso también explica el hecho de que estas últimas se pongan rojas, puesto que tienen una protección menor ante los rayos ultravioleta.

Sin embargo, independientemente de la oscuridad de la piel, las plantas de los pies y las palmas de la mano nunca se ponen morenas como el resto del cuerpo. Se podría pensar que es porque esta parte normalmente está oculta, ya que habitualmente las palmas miran hacia el interior del cuerpo y las plantas tocan en el suelo. Esto influye en el grado de bronceado, y explica, por ejemplo, que el interior de los brazos sea más claro que la parte exterior. Pero la razón por la cual manos y pies no se broncean radica en el grosor de la piel de estas áreas, que dificulta el acceso de la radiación ultravioleta a la epidermis, de manera que no estimula los melanocitos como en otras partes del cuerpo.