Si alguna vez has notado que tu fregadero huele mal o que el agua tarda en bajar, no estás solo. Es uno de los problemas más comunes en la cocina. La buena noticia es que no hace falta gastar dinero ni usar productos agresivos para darle solución. Un truco muy comentado en redes consiste en usar algo tan simple como sal, si quieres saber como utilizarla de manera efectiva sigue leyendo porque te traemos una solución que agradecerás para siempre. 

😮Ni lejía ni vinagre: este es el truco de la abuela para limpiar la fregona

 

¿Por qué funciona la sal?

La sal gruesa, esa que seguro que tienes guardada en la despensa y utilizas cada día para hacer la comida o condimentar, puede ayudarte más de lo que crees. Gracias a su textura y propiedades, ayuda a arrastrar restos de comida, grasa y jabón que se acumulan dentro de las tuberías. Si la combinas con agua muy caliente, el efecto es aún mejor, ya que el calor ayuda a derretir los residuos pegados. Además, es un método que no contamina y que no daña las cañerías si se usa con cabeza y no te excedes. No es milagroso, pero sí bastante útil para prevenir atascos leves y eliminar malos olores.

¿Cómo se realiza este truco?

No necesitas herramientas ni productos raros. Solo sigue estos pasos:

  1. Echa de 4 a 6 cucharadas de sal gruesa directamente por el desagüe.

  2. Hierve una olla de agua.

  3. Vierte el agua caliente lentamente por el fregadero.

  4. Espera unos 10-15 minutos y después abre el grifo con agua caliente para enjuagar.

Este truco lo puedes hacer cada semana como mantenimiento preventivo. Mantendrá tus cañerías más limpias y evitarás sorpresas desagradables.

Algunos cuidados a tener en cuenta

Aunque es una solución casera, conviene tener precaución si tu fregadero o tuberías son muy antiguos o están hechos de materiales como cobre o acero inoxidable. En esos casos, la sal podría afectar su superficie si se usa muy seguido. Y si no sabes de qué material están hechas tus cañerías, mejor consulta a un fontanero antes de repetir el proceso con frecuencia.

¿Y si no funciona?

Si el atasco ya es serio, hay otras opciones: desde el clásico truco del bicarbonato y vinagre, hasta el uso puntual de sosa cáustica (con guantes y cuidado). Pero si nada resulta, lo más sensato es llamar a un profesional antes de agravar el problema. Además, debemos recordar que para que no se atasque una tubería es fundamental que no tiréis alimentos, líquidos espesos, pelos e ir con cuidado con todo tipo de pequeños residuos que puedan taponar las cañerías. Si cumplís los pasos que hemos explicado y tenéis cuidado para que no haya más obstrucciones, no volveréis a tener más problemas de olor y derivados.