Alberto Núñez Feijóo marcó el camino en el balcón de la sede del PP advirtiendo que le correspondía "el encargo" de formar un gobierno, teniendo en cuenta que la suya fue la formación más votada en las elecciones generales del 23 de julio. Y este será el hilo argumental del PP hasta que se establezca contacto con el resto de formaciones políticas: que el PP tiene el derecho de tener la iniciativa para el diálogo, aunque la aritmética lo deja casi imposible, y que el PSOE lo tiene que permitir. Y si eso no pasa, el PP agita el fantasma del bloqueo. El coordinador general de los conservadores, Elías Bendodo, ha señalado que, después del 23-J, hay dos opciones: o Feijóo es presidente o "se produce un bloqueo político que puede llevar a unas segundas elecciones", ha afirmado en Antena 3. En las postrimerías de la noche electoral, el equipo de Feijóo estaban convencidos de que podrían alcanzar un gobierno en solitario.

A pesar de haber pasado de 89 a 136 escaños, el PP ha conseguido una victoria insuficiente y Bendodo lo ha calificado como "muy importante", aunque reconocen que les hubiera gustado que fuera más amplia. Por eso, ha señalado que hay dos escenarios después de los resultados: "Un gobierno del partido que ha ganado las elecciones o un bloqueo que puede llevar a España a unas segundas elecciones". El encargo es ponerse en contacto con todos los partidos, aunque a nadie se le escapa que el PSOE será uno de los interpelados y más presionados.

Según ha explicado la secretaria general, Cuca Gamarra, Feijóo liderará el proceso y ha indicado que también llamará a Pedro Sánchez porque "toca hablar con todas las fuerzas políticas". El PP presenta la negociación en una dicotomía de difícil situación e insiste en la idea de que la alternativa a Feijóo es un "gobierno Frankenstein dos". Gamarra ha alertado en una entrevista en Telecinco del "riesgo" que implica que Sánchez "intente conformar una mayoría" para una investidura "haciendo nacer un nuevo Frankenstein dos", pero que lleve a España a una situación de "bloqueo institucional absoluto". El PP ha avisado de que, en esta situación, el socialista estaría en una situación de "mayor debilidad que nunca", al quedar en manos de Bildu y de un "huido de la justicia", en alusión al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.

En la misma línea, el portavoz de campaña, Borja Sémper, ha reconocido que los pactos con Vox pueden ser una explicación al triunfo insuficiente del PP. "Con una política tan polarizada, hay gente a la que probablemente no le haya gustado interpelaciones a lo largo de la campaña también a posibles acuerdos con el Partido Socialista. Y otros han tenido muchas prevenciones también a posibles pactos con Vox", ha asegurado en Onda Cero. Aun así, ha afirmado que el resultado se debe a un "cúmulo de circunstancias" y no solo en una, entre las cuales también ha citado la fragmentación del voto a la derecha.