Todas las victorias se celebran, aunque no tengan efectos -a priori. El PP hacía siete años que no ganaba unas elecciones generales, desde Mariano Rajoy en junio del 2016, y Alberto Núñez Feijóo ha vuelto a salir al balcón de las grandes ocasiones, en la sede situada en la calle Gènova de Madrid, para celebrar el triunfo del 23-J. Desde allí, Feijóo ha pedido que "nadie tenga la tentación de bloquear" su investidura, haciendo referencia a Pedro Sánchez. "Mi deber es abrir el diálogo e intentar gobernar el país", ha asegurado, al lado de su cúpula, a Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida. El entorno de Feijóo cuenta intentaran un gobierno en solitario.

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Entre gritos de 'que té vote Txapote' y proclamas a favor de la presidenta madrileña, el líder del PP cree que su obligación es que "no se abra un periodo de incertidumbre" y, por eso, ha reclamado al PSOE que "no bloquee el gobierno de España". Ha puesto como ejemplo que "nunca ningún presidente ha gobernado después de perder las elecciones", detallando la lista de todos los presidentes españoles. Lo ve como una "anomalía" que "en nada beneficia a España, al prestigio internacional y a las inversiones". "Me corresponde intentarlo", ha rematado. Feijóo promete coger la iniciativa para formar gobierno, aunque no tiene los apoyos necesarios. Y la primera puerta a la que llamará será la del PSOE, apelando al sentido de Estado de Pedro Sánchez, a quien recuerdan que permitieron una alcaldía socialista en Barcelona y Vitoria.

El PP se impone en 12 comunidades

El Partido Popular ha fundamentando el triunfo insuficiente a las elecciones del 23 de julio en 12 comunidades autónomas. Ha sumado más votos que el PSOE en Madrid, Aragón, el País Valencià, Castilla la Mancha, Castilla y León, Murcia, Asturias, La Rioja, Andalucía, Cantabria, Galicia y las Islas Baleares. La diferencia respecto de las elecciones autonómicas del 28 mayo es que el PSOE ha aguantado el tipo en los territorios controlados ámpliamente por los conservadores, como la Comunidad de Madrid o Andalucía. Por otra parte, los socialistas han salido victoriosos en Catalunya, Navarra, Extremadura y las Islas Canarias.

La gestión de las expectativas ha sido el grande dolor de barriga en el Partido Popular. Las expectativas eran altas porque las encuestas auguraban un escenario proclive para los populares. Ahora bien, una campaña electoral que ha ido de más en menos ha impedido que Alberto Núñez Feijóo alcanzara la cifra de los 150 diputados anhelados. El triunfo en el cara a cara ante Pedro Sánchez fue un inicio pletórico, pero las mentiras sobre las pensiones en Televisión Española (TVE) y las fotografías con el narcotraficante Marcial Dorado han acabado pasándole factura.

Y eso que el ambiente en la sede del PP ha arrancado con la satisfacción que le han dado los sondeos de las televisiones autonómicas. La secretaria general del partido, Cuca Gamarra, ha comparecido poco después de haberse publicado y lo ha hecho con una sonrisa de oreja a oreja, consciente de que, con el barómetro de la FORTA, el PP tenía en las manos volver a La Moncloa. De hecho, Gamarra ha defendido que sería "una gran jornada electoral". "El PP recuperará la posición de primera fuerza en unas elecciones generales", ha asegurado, convencida de que Alberto Núñez Feijóo sería el próximo presidente del Gobierno. Nunca sabremos si vendió la piel del oso antes de cazarlo, o bien era una sonrisa impostada.