Tal día como hoy del año 1939, hace 80 años, al día siguiente de que las tropas franquistas hubieran completado la ocupación de Catalunya, el alcalde falangista de Bilbao y una de las principales figuras políticas del bando rebelde, José María de Lequerica Erquiza, publicaba un artículo en uno de los diarios de mayor tirada de Catalunya, que se proyectaba como una verdadera amenaza a la burguesía catalana. Bajo el título "La liberación de Cataluña", empezaba con un mensaje claramente amenazador: “El mismo Ejército que asaltó la redacción del Cu-cut en 1905 rompió ayer las murallas [...]  de Barcelona para liberar a los burgueses financiadores de aquel triste semanario catalanista”. En aquell moment encara cuejaven les proclames del general rebel Queipo de Llano des de Radio Sevilla: “Convertiremos Madrid en un vergel, Bilbao en una gran fàbrica y Barcelona en un inmenso solar”. 

Acto seguido decía que "la solución no podía ser sino la fuerza [...] el problema catalán solo lo arreglaría un Ejército en las líneas del Ebro y del Segre, ya que su único desenlace posible y cercano era la guerra" y se preguntaba: "¿Cómo podian ser tan subversivas personas de mundo tan gratas, interesadas en las bellas artes, coincidentes en gustos con las selecciones españolas, y, sobre todo, adineradas o al servicio del dinero?". Cuestión que él mismo respondía así: “Cierto que la política española siempre vio mal el problema catalán [...] querían la transformación de España [...] faltó el gran puñetazo sobre la mesa capaz de haber traído a raya aquel desmán burgués [...] no se dijo España es inconmovible y España está conmovida [...] Dios sabe hasta que punto han cargado y aburrido a España”.

Finalmente, en un tono claramente amenazador decía: “Mancomunidad, Generalidad, Estatuto, Dias de la Patria, contiendas electorales, victorias de urnas, pueblos en pie para votar y circular entre himnos [...] cuarenta años de catalanismo con tanto partido, tantos y tan incontables discursos y tanta publicación no han dejado nada seriamente político [...] ni siquiera en el orden cultural [...] la vuelta a la realidad provincial es una lección de medida”. Poco después de la publicación de aquel artículo, Lequerica sería nombrado embajador de la España franquista en Francia. En París, tras la ocupación nazi (junio de 1940), se convertiría en uno de los más importantes colaboradores de la Gestapo. Sería Lequerica el que urdiría la detención y deportación del president Companys y del líder sindical Joan Peiró, y del confinamiento de Federica Montseny y Max Aub.

Imagen: Autoridades franquistas en el Ayuntamiento de Barcelona (1939) / Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona