Tal día como hoy del año 1850, hace 175 años, en Reus, nacía Rosa Mauri Segura, que en el transcurso del tiempo se convertiría en la mejor bailarina catalana del siglo XIX. Rosa Mauri, que sería conocida como Roseta Mauri, nació en una familia formada por Pere Rafael Mauri —hijo de Reus pero con raíces en la Pobla de Segur y en Riudecols— y Carme Amanda Segura —hija de Palma, en Mallorca—. Cuando nació Roseta, su padre —Pere Rafael— ya hacía dos años que formaba parte del cuerpo de baile del Liceo y, poco antes, había sido nombrado primer bailarín de la casa. Durante la infancia de Roseta su padre fue primer bailarín del Teatre Principal de Barcelona y del Teatre de las Comèdies de Reus, y fue quien la inició en esta disciplina artística.

Roseta Mauri debutó con solo quince años en el Teatre Principal de Palma (1865) y estuvo toda la temporada. El año siguiente (1866) se incorporó al plantel artístico de los teatros Principal de Barcelona y Euterpe de Reus. Pero sus extraordinarias cualidades artísticas y su —cada vez— más depurada técnica la situarían en la escena internacional. Entre 1866 y 1870 actuó en Hamburgo y en París, y cuando volvió a Barcelona fue para ser la primera bailarina del Liceo (1870) y del Teatre Principal (1873). En aquel momento ya era considerada la mejor bailarina catalana y una de las mejores de Europa, y su fama la llevaría a actuar, de nuevo, en París, en Milán, en Trieste, en Viena, en Turín y en Roma.

Durante dieciséis años (entre 1878 —cuando tenía veintiocho años— y 1894 —cuando tenía cuarenta y cuatro) Roseta Mauri fue la primera bailarina y la auténtica estrella del Teatro de la Ópera de París (actuó en más de cien representaciones). Durante aquella época, también fue una destacada socialité rodeada de cierta polémica. Se dijo que el rey Víctor Manuel II de Italia le había declarado su amor (1875) y que ella lo había rechazado con la ingeniosa frase: "Majestad, mi amor es la danza". Y que treinta años más tarde (1905) el abogado, corresponsal de guerra y político francés Antonin Proust, secretario del presidente del gobierno Leon Gambetta (1879-1882), se suicidó cuando Roseta lo rechazó abiertamente (1905). Roseta murió en París, en 1923, a los setenta y tres años.