Tal día como hoy del año 1939, hace 80 años, en el contexto de los últimos días de la Guerra Civil española (1936-1939), las tropas franquistas entraban en las ciudades de València y de Alacant y completaban la ocupación del País Valencià; iniciada durante el mes de marzo del año anterior, poco después de la Batalla de Teruel (diciembre de 1937 a febrero de 1938) que había significado la ruptura del frente de Aragón. Poco después, las tropas rebeldes iniciarían simultáneamente la ocupación de Catalunya y del País Valencià. Pero con la diferencia de que los franquistas concentrarían todos los esfuerzos en la conquista militar del Principat (con el propósito de cerrar la frontera hispano-francesa) y el País Valencià conseguiría resistir casi dos meses más.

La prensa de la época destacaba el éxito que, para el ejército rebelde, significaba completar la ocupación del País Valencià. La Vanguardia Española, en la edición del 31 de marzo de 1939, titulaba en portada "Valencia y Alicante reciben a nuestras gloriosas tropas con entusiasmo delirante". Y lo completaba con “entre lluvias de flores y delirantes aclamaciones hacen su entrada en la capital levantina las tropas nacionales”. Una información que contrastaba con la realidad que describen las fuentes independientes. Estas fuentes revelan que, ante la inminencia de la ocupación, la desolación más absoluta y el terror más penetrante se apoderaron de la ciudad. La mayoría de la población se encerró en sus casas temiendo combates en las calles o, simplemente, represalias arbitrarias.

Un documento gráfico de No-Do, sin fecha de edición, se inicia con la entrada de unos camiones cargados con soldados franquistas y "damas de Auxilio Social" que, presumiblemente, corresponde al 30 de marzo de 1939, día de la ocupación. Aquel carrete, de poco más de tres minutos, tan sólo muestra 20 segundos de imágenes que corresponden al 30 de marzo: se aprecia una hilera de personas que recorre la acera aclamando a los ocupantes con el saludo fascista. Pero en ningún caso se ven grandes concentraciones ni lluvia de flores. El resto de aquel documento recoge imágenes de las semanas y meses posteriores (los grandes desfiles militares y paramilitares franquistas que concentraban a miles de asistentes), y que, contrastadas con fotografías fechadas, revelan que no corresponden al día de la ocupación.