Tal día como hoy del año 1868, hace 152 años, y en el contexto de la Revolución Gloriosa española (1868), dirigida por el general Joan Prim i Prats y que destronó a la reina Isabel II, el periodista puertorriqueño de origen catalán Bonocio Tió Segarra coordinaba la estrategia definitiva que, al día siguiente, desembocaría en el Grito de Lares, la primera revolución independentista de Puerto Rico. El papel de Tió en la preparación de aquella revolución había sido la de difusor —a través de la prensa local— del ideal independentista y la de comunicación y coordinación entre los diversos líderes revolucionarios.

Bonocio Tió egarra había nacido en Lajas (una pequeña ciudad colonial situada en el extremo sudoccidental de la isla) el año 1839, en una familia catalana originaria de Blanes (la Selva) y dedicada a la producción y exportación de caña de azúcar. Sus padres eran Bonoci Tió Urgell y Agustina Segarra del Toro, emigrados a América durante la represión política contra los liberales desatada por el régimen de Fernando VII (1815-1833). Entre 1856 y 1859, Tió residió en Barcelona como estudiante de la restaurada universidad. Se tiene constancia de que Tió hablaba correctamente el catalán.

El año 1863, de nuevo en Puerto Rico, se casó con la criolla Lola Rodríguez Ponce (San Germán, Puerto Rico, 1843), considerada la figura clave de la literatura puertorriqueña del siglo XIX. Después de la boda, Bonocio y Lola se trasladaron a la ciudad portuaria de Mayagüez (en la costa oeste) que, en aquellos momentos, reunía buena parte de la colonia catalana de la isla. Allí iniciaron la articulación del movimiento independentista puertorriqueño; y allí, también, coincidieron y trabaron una amistad que duraría toda la vida con el héroe independentista de origen catalán Josep Francesc Basora, hijo de reusenses.