Tal día como hoy del año 1939, hace 80 años, en el contexto de las semanas inmediatamente posteriores a la ocupación franquista de Catalunya y a la finalización de la Guerra Civil española (1936-1939), el ministro de Gobernación del régimen dictatorial, Ramón Serrano Suñer, efectuaba su primera visita oficial a Catalunya, para ―según la prensa de la época― comprobar los efectos que había causado el conflicto sobre la industria catalana. En aquella visita, que transcurrió principalmente en Barcelona, se entrevistó con un grupo de destacados industriales catalanes situados en la órbita ideológica y sociológica del nacional-catolicismo, que, desde diferentes posiciones, habían colaborado activamente tanto con el golpe de estado de 1936, como con la represión desatada posteriormente a la ocupación.

Serrano Suñer, conocido popularmente como el "cuñadísimo" por su relación de parentesco con el general Franco, era, en aquellos momentos, el segundo elemento más poderoso del régimen franquista (después del dictador); y era, también, un reconocido filonazi que ejercía como enlace destacado entre los gobiernos de Madrid y de Berlín. La prensa de la época (La Vanguardia Española, edición del 16/06/1939), titulaba en portada “Serrano Suñer, caballero del ideal que redime España, estudia los problema de trabajo y de economía de las provincias catalanas”. Y en el cuerpo del artículo decía que: “El ministro, iluminado misionero de la buena nueva española se reconcentró en una de las más interesantes y fecundas actividades de su espíritu (...) la meditación y el estudio (...)  se asomó (...) a todas las industrias de las provincias catalanas”.

En el mismo artículo, se informaba de que había visitado lo que, hasta la ocupación de enero de 1939, había sido el Palau de la Generalitat y que allí se había reunido con aquel destacado grupo de industriales catalanes. En el texto del artículo se decía que: “En el Palacio de la Diputación transcurre el mejor exorcismo patriótico que pudiera imaginarse para aquellas salas y aquellas galerías que infectó de aires letales para Cataluña el paso de la horda separatista. Allí se reunieron (referido a Serrano Suñer y los industriales) en torno al hombre constructivo y realizador, en torno al mejor emisario cerca del Gobierno, y al mejor intérprete cerca de las provincias hermanas, la técnica y la economía de estas provincias catalanas para exponer sus problemas y ofrecer las resueltas firmezas de su colaboración a la tarea reconstructiva nacional”.