Tal día como hoy del año 1939, hace 83 años, Lluís Companys ―president legítimo de Catalunya― llegaba al exilio de Perpinyà. El 24 de enero anterior había salido de Barcelona ante la inminencia de la ocupación franquista de la capital catalana (que se produciría el 26 de enero) y el 5 de febrero había cruzado la frontera hispano-francesa por el Coll de la Manrella (entre La Vajol ―Alt Empordà― y Les Illes ―Vallespir―) junto con el lehendakari Aguirre y varios miembros de los gobiernos legítimos y democráticos de Catalunya y de Euskadi. Estuvo en Perpinyà entre el 6 y el 8 de febrero; y no hay demasiados datos sobre la casa que lo alojó, más allá de una ficha policial francesa del 21 de abril de 1939 que lo domicilia en la calle Deschamps, 45.

Dos días después de su llegada a Perpinyà (8 de febrero de 1939), emprendió viaje a París. En la capital francesa reunió los miembros del Govern que lo habían seguido y creó el primer gobierno catalán en el exilio, que se llamaría Consell Nacional de Catalunya y estaría formado por el president Companys y los consellers Pompeu Fabra (filólogo y catedrático de química), Santiago Pi i Sunyer (catedrático de fisiología y patología), Josep Pou i Pagès (periodista y empresario), Antoni Rovira i Virgili (periodista e historiador) y Jaume Serra i Hunter (catedrático de psicología, lógica y ética, y rector de la Universitat de Barcelona). La sede del Govern de Catalunya en el exilio fue radicada en la Rue de la Pépinière, 25, de París.

El gobierno catalán en el exilio estuvo en París hasta la ocupación alemana de Francia (22 de junio de 1940). En aquel momento, el Consell Nacional de Catalunya se trasladó a Londres, a excepción del president Companys que restó a la Francia ocupada buscando a su hijo Lluïset, interno en una institución psiquiátrica situada en el sur de París, y que había desaparecido durante la operación de evacuación de la capital francesa. Después de la detención, tortura y fusilamiento del president Companys (13 de agosto a 15 de octubre de 1940) en manos del régimen franquista, el ingeniero industrial y economista Carles Pi i Sunyer ―que había sido alcalde de Barcelona durante la etapa republicana― sería nombrado president del Govern de Catalunya en el exilio.