Tal día como hoy del año 1518, hace 500 años, se iniciaban las Cortes de Castilla, celebradas en aquella ocasión en Valladolid que, entre otras cosas, acabarían promulgando la incorporación de las colonias hispánicas del continente americano en la Corona de Castilla y León. De esta manera, al monopolio económico que Castilla ejercía desde 1504 —con la obligatoriedad de concentrar en la Casa de Contratación de Sevilla todo el tráfico naval con las colonias americanas—, se sumaban los monopolios político, jurídico y militar. Esta medida, a nivel de las colonias, convertía en extranjeros al resto de súbditos de la monarquía hispánica, y por lo tanto, los expulsaba, definitivamente, tanto de la obra conquistadora como de la colonizadora. La explotación de recursos de las colonias americanas pasaría a ser responsabilidad exclusiva de los súbditos de la corona castellana.

El año 1518 el rey Fernando de Aragón ya estaba muerto. Y los Colón, Santàngel, Torres, Margarit, Ballester, Boïl y Pané también ya estaban muertos. El partido catalano-valenciano estaba desarticulado. Sus miembros más destacados que habían participado en los primeros viajes y que habían posicionado a favor de los Colón en los conflictos que habían generado los castellano —leoneses en la isla Hispaniola, estaban muertos o habían sido apartados del poder, encarcelados y arruinados. Las Cortes de Valladolid, aunque se convocaron para debatir a nivel castellano la cuestión sucesoria que había abierto la muerte del rey viudo Fernando de Aragón —dos años antes—, se revelaron, también, como el punto culminante de una estrategia castellana iniciada el año 1500 —con la detención y encarcelamiento de los hermanos Colón— que ambicionaba la exclusividad del control sobre los nuevos territorios americanos.

Acta de las Corts de Valladolid (1518). Fuente Biblioteca Digital de Castilla y León

Acta de las Cortes de Valladolid (1518) / Fuente: Biblioteca Digital de Castilla y León

Aquella medida ponía también de manifiesto la reversión definitiva de los pactos contractuales iniciales. En el contrato de las Capitulaciones de Santa Fe (1492) —previo al primer viaje— la monarquía hispánica reconocía a Colón la facultad de gobernar los nuevos territorios como un Estado propio integrado en el edificio político hispánico. Los Colón llegarían a desarrollar estructuras de estado en La Hispaniola, siguiendo al modelo político catalano-aragonés. Pero los conflictos generados por los colonos castellanos, atizados por las oligarquías cortesanas de Toledo, y la oleada de persecución y de terror desatada por el magistrado Fernández de Bobadilla (1500), miembro del partido cortesano de Isabel de Castilla y acusado de corrupción y de enriquecimiento ilegal como gobernador de La Hispaniola, después de encarcelar a los Colón y de usurparles el cargo, marcaría el camino que culminaría en las Cortes de Valladolid.