Tal día como hoy del año 1938, hace 80 años, un pelotón de entre siete y nueve aviones Saboya SM-79 de las fuerzas aéreas del régimen fascista italiano —aliado del bando franquista— y comandado por los capitanes De Prato y Ziggiotti, lanzaba más de 90 bombas sobre la zona centro de Alacant, muchas de las cuales impactarían sobre el Mercado Central de la ciudad. Las fuentes documentales revelan que la cifra de víctimas estaría entre 275 y 311 muertos y más de 1.000 heridos, algunos de los cuales acabarían muriendo durante las horas o días inmediatamente posteriores al ataque aéreo.

Aquel ataque se produjo entre las 11.15 y las 11.30 horas, cuando el Mercado Central y las calles de su alrededor registraban la máxima afluencia de gente. Las fuentes documentales revelan, también, que el sistema de defensa no se activó en ningún momento: no funcionaron las alarmas antiaéreas que tenían que dirigir la población hacia los refugios, ni tampoco había ningún avión militar disponible para repeler el ataque. Estas mismas fuentes, cuando se refieren a los efectos de aquel ataque, describen un paisaje dantesco formado por docenas de cadáveres seccionados o decapitados.

Tampoco los servicios sanitarios funcionaron adecuadamente. Pasadas las horas aparecieron los cadáveres de personas que habían quedado malheridos durante el bombardeo en calles relativamente alejadas de la zona afectada. Las fuentes documentales apuntan que estas personas vagarían durante horas, aturdidas y malheridas, hasta que acabarían muriendo completamente desatendidas. El ataque aéreo sobre la población civil de Alacant sería uno de los episodios más trágicos de la Guerra Civil española (1936-1939) y se enmarcaría en la estrategia de terror y desánimo que practicaba el bando franquista.