Tal día como hoy del año 1957, hace 62 años, Josep Maria Marcet i Coll, miembro dirigente de la Falange Española y alcalde de Sabadell, viajaba a Madrid y presentaba al general Franco, jefe de estado del régimen dictatorial español, un memorándum que reivindicaba la necesidad de que los recursos fiscales generados por Catalunya fueran invertidos directamente en el territorio. Según algunas fuentes, en aquel memorándum Marcet reivindicaba, también, la gestión directa desde Catalunya de la energía, de las infraestructuras, del comercio exterior, de la vivienda, de la enseñanza, de la seguridad social, de la banca, de la vivienda, de la regulación de los salarios, del orden público y del fútbol.

No obstante, la pretensión de Marcet no era la de restaurar la Generalitat ―liquidada por el general Franco el año 1939―, ni siquiera la Mancomunitat ―liquidada por el general Primo de Rivera el año 1924―. Marcet era un oligarca industrial con una larga carrera política anticatalanista y antiobrerista: en la Unión Patrótica (el partido único de la dictadura de Primo de Rivera) y en el Frente Catalán de Orden (aliado de la CEDA de Gil-Robles durante la II República). En 1936, al estallido de la Guerra Civil española, se había afiliado a la Falange, se había alistado al ejército franquista y había sido emplazado a los frentes de Aragón y de Catalunya. Presumía, públicamente, de tener amistad con el general Franco.

Según la mayoría de las fuentes, el caso del alcalde Marcet queda limitado al ámbito del conflicto interno, que desde 1951, se libraba por el control del aparato de poder del régimen (cuando el presidente norteamericano Eisenhower, en la negociación de los pactos bilaterales España-Estados Unidos, exigió al dictador Franco limpiar la imagen del Estado desplazando del poder a los falangistas filonazis). En 1957 los falangistas ―agrupados en torno al renombre "Vieja Guardia"― estaban en franco retroceso ante el empuje de los tecnócratas ―pilotados por la institución religiosa Opus Dei―. La maniobra de Marcet tenía, exclusivamente, el objetivo de desafiar las políticas de relieve del régimen franquista.

Marcet formaba parte del núcleo duro de la Falange radicada en Catalunya, que tenía el objetivo de situar a falangistas catalanes en los puestos estratégicos del aparato de gobierno franquista. El propósito era convertir este grupo en un pool de poder independiente a medio camino entre la "Vieja Guardia" y el Opus Dei. Aquellas maniobras no tendrían éxito y después de un enfrentamiento con los mayoristas del mercado del Born (propuso liberalizar el abastecimiento con el propósito de abaratar el coste de los alimentos), en 1960 sería cesado del cargo de alcalde de Sabadell por su principal enemigo político, el general Acedo Colunga, gobernador civil de Barcelona y elemento del entorno personal del dictador Franco.