Tal día como hoy del año 1939, hace 81 años, moría en Bruselas (Bélgica) Adolph Max, que había sido alcalde la ciudad, ininterrumpidamente, durante treinta años (1909-1939) por el Partido Liberal. Max era alcalde de Bruselas cuando Francesc Macià fue juzgado en París por los Hechos de Prats de Molló (enero 1927) y condenado a seis meses de prisión y, acto seguido, a abandonar el estado francés. Francesc Macià, que en aquel momento era el líder del partido independentista clandestino Estat Català, fue acogido en Bruselas y vivió allí durante la primera parte de su exilio (1927-1931).

El intento de movilizar a un ejército que tenía que liberar Catalunya, conocido como los Hechos de Prats de Molló (1926), fue abortado por la Gendarmería francesa por el chivatazo del agente del régimen fascista italiano Ricciotti Garibaldi, que se había infiltrado en el operativo. Macià y sus colaboradores directos fueron detenidos, encarcelados y juzgados por tenencia ilegal de armas. El gobierno del régimen dictatorial de Primo de Rivera exigió la extradición. Sin embargo, Macià no tan sólo saldría con una condena mínima, sino que, a través de aquel juicio, conseguiría internacionalizar la causa catalana.

Max, que antes de ser alcalde había sido magistrado, se solidarizó con la causa de Macià, al quedar manifiestamente patente en que el gobierno español, lejos de hacer justicia, pretendía capturar a Macià para convertirlo en carne de una represión ejemplificante. Poco después, Macià hizo una exitosa gira americana, visitando los casales catalanes. En abril de 1931 ganaba ampliamente las elecciones municipales en Catalunya, que lo convertirían en primer president de la Generalitat restaurada. Los resultados generales de aquellos comicios precipitarían la caída de la monarquía y la proclamación de la República.