Tal día como hoy del año 1939, hace 82 años, en el contexto de las últimas semanas de la Guerra Civil española (1936-1939), las defensas artilleras republicanas del puerto de Cartagena, comandadas por el capitán Antonio Martínez Pallarés, disparaban contra el barco franquista Castillo de Olite -que maniobraba para desembarcar, y lo hundía. Según las fuentes historiográficas, el Castillo de Olite transportaba a 2.112 oficiales y soldados del ejército franquista, y el balance de aquel ataque fue de 1.476 muertos y 342 heridos. Según las mismas fuentes, las cargas de la artillería republicana alcanzaron la santabárbara del Castillo de Olite y lo hiceron añicos.

El Castillo de Olite formaba parte de un grupo botado tres días antes en el puerto de Castellón, cuando el mando franquista había recibido noticias de que la guarnición naval de Cartegena se había rebelado contra el gobierno de la República. Según las fuentes historiográficas, el hecho de que los republicanos recuperaran el puerto de Cartagena tan rápida y tan efectivamente podría haber sido una trampa. Además, se sumó el hecho de que el Castillo de Olite no fue avisado de que la operación de desembarque hubiera sido abortada, y su capitán, confiado en que las baterías artilleras estaban en manos de los rebeldes, habría situado el barco en una posición de blanco fácil.

Se daba la circunstancia de que el Castillo de Olite fue hundido un año y un día después (06/03/1938) del hundimiento del crucero franquista Baleares en una batalla naval, también, en las aguas del puerto de Cartagena, con un balance de 741 muertos. A la finalización de la Guerra Civil española, el capitán Antonio Martínez Pallarés fue juzgado y condenado a muerte por un tribunal militar franquista.