Tal día como hoy del año 1815, hace 206 años, en Tucipido (entonces Virreinato español de Nueva Granada, y actualmente Venezuela); un pelotón de las tropas coloniales españolas; fusilaba a Felix de Ribas, coronel de las fuerzas independentistas de la República de la Gran Colombia. Según las fuentes documentales, el cadáver de Ribas fue descuartizado; y la cabeza fue enviado a Caracas, donde el capitán general Francisco Tomás Morales y Alonso ordenó que lo frieran con aceite y, acto seguido, quedara expuesto, en una jaula situada en la vía pública.

Felix de Ribas (Caracas, 1775 -Tucipido, 1815), era hijo del comerciante Marcos José de Ribas (Tenerife, circa 1740 – Caracas, 1793); nieto de Roberto de Ribas (Tenerife, 1679-?); y bisnieto de comerciantes catalanes establecidos en las islas Canarias. Los Ribas eran una estirpe de comerciantes originaria de Barcelona de la cual procedía, también, Josep de Ribas Boyons (Nápoles, 1751 – San Petersburgo, 1800); general de las tropas de la zarina Catalina la Grande; héroe de las guerras ruso-turcas (finales del siglo XVIII); y fundador de la ciudad de Odesa (actualmente Ucrania).

Felix de Ribas se implicó con el movimiento independentista que desembocaría en la creación, primero de Gran Colombia, y posteriormente de Venezuela;en 1795 después de la brutal represión contra los pioneros de la Revolución (Picornell, Gual, Lax, Pons y Salom, todos de origen catalán y mallorquín), ejercida por las autoridades coloniales españolas. En 1796 se casó con Maria Josefa Palacios, tía de Simón Bolivar; y en 1810 formaría parte de la Junta Suprema de Caracas, gobierno independiente efímero del país. Entre 1812 y 1815 fue un destacadísimo oficial del ejército independentista.