Tal día como hoy del año 1801, hace 220 años, la imprenta del Real Colegio de Niños Expósitos de Buenos Aires, fundada en 1780 por los impresores Agustí Garrigós (Jijona, 1749 – Buenos Aires, 1805) y Josep Manuel Peramàs (Mataró, 1732 – Faenza, Estados Pontificios, 1793), editaba el primer número del Telégrafo mercantil, rural, político, económico e historiográfico del Río de la Plata (más conocido como el Telégrafo Mercantil), que sería el primer medio de prensa de la historia de Argentina.

El Telégrafo Mercantil había sido fundado, poco antes, por el periodista Francisco Cabello y Mesa. Tenía una línea editorial claramente liberal, próxima a la ideología de las clases mercantiles de Buenos Aires, y fue clausurado el año siguiente (1802) por orden del virrey hispánico Joaquín del Pino.

Cuando se inició la edición del Telégrafo Mercantil (1801) la imprenta de Garrigós —la primera imprenta pública de la historia argentina— había atravesado varias dificultades. En 1780, el virrey hispánico Juan José de Vértiz y Salcedo había impuesto dos militares (Silva y Aguiar) en la dirección del negocio, que posteriormente serían destituidos por su incompetencia. Y en 1793, durante una estancia en Europa, moría Peramàs, que había sido el maestro de Garrigós.

En 1796, cuando la imprenta ya estaba dirigida en solitario por Garrigós, el virrey hispánico Pedro de Melo le había retirado, repentinamente, los contratos de la administración colonial para entregarlos a un tal Dantàs, de su entorno de amistades. No obstante, la imprenta fundada resistiría la pérdida de ingresos y, durante los primeros años del siglo XIX, aparecía como la editora del Telégrafo Mercantil y del Semanario de Agricultura, Industria y Comercio, medios pioneros de la prensa argentina.

En 1805, Garrigós solicitó autorización para abrir nuevas imprentas y ocupar a jóvenes sin trabajo, pero una conspiración urdida por el virrey hispánico se lo impidió. Murió aquel mismo año, y su viuda, la también valenciana Isabel Conget, lo sucedió.