Tal día como hoy del año 1834, hace 191 años, en Madrid, la reina-regente María Cristina de Borbón (viuda de Fernando VI, madre de Isabel II y gestora del bolsillo secreto, un fondo opaco destinado a los negocios turbios de la familia real), firmaba la ley que abolía, definitivamente, la Inquisición española. La abolición de la Inquisición era una vieja aspiración de los liberales españoles y su derogación se produciría tan pronto como murió Fernando VII. La regente excarceló a los líderes del partido liberal y los situó en el gobierno del reino a cambio de su apoyo a la causa de Isabel II, la reina-niña, cuestionada por los tradicionalistas articulados en torno a la figura de Carlos María Isidro, hermano del difunto.
La Inquisición hispánica había sido instaurada en 1478 por los reyes Fernando II de Catalunya-Aragón e Isabel I de Castilla, durante el proceso de construcción de la monarquía compuesta hispánica. La Inquisición fue creada, a propósito, como el primer organismo supranacional de aquel nuevo edificio político y, a menudo, invadió las parcelas de poder propias de las instituciones de gobierno de cada estado. Por lo tanto, la Inquisición fue mucho más que un organismo creado para velar por la homologación y la ortodoxia religiosa católica. Fue la policía política del régimen hispánico durante tres siglos y medio (1478-1834).
La Inquisición hispánica fue abolida, por primera vez, por el régimen bonapartista del rey José I, en España (otorgamiento de la Carta de Bayona, del 8 de julio de 1808) y, por el emperador Napoleón I, en Catalunya (incorporación del Principat al Imperio francés, 1808-1814). También durante esta etapa, la insurgencia española abolió la Inquisición (Cortes de Cádiz, sesión del 22 de febrero de 1813). Pero con el retorno de Fernando VII, el rey Felón (Manifiesto de los Persas, 12 de abril de 1814), la Inquisición fue restaurada. Durante esta última etapa siguió torturando y asesinando a disidentes del régimen y su última víctima fue Gaietà Ripoll, un maestro de enseñanza elemental de Russafa (País Valencià).
La Inquisición fue definitivamente abolida por el gobierno del liberal Francisco Martínez de la Rosa, del Partido Moderado, a instancias del ministro de Justicia, el jurista valenciano Nicolás María Garelli y Battifora.