Tal día como hoy del año 1704, hace 321 años, Carlos de Habsburgo, el candidato al trono de las Españas de las potencias de la alianza austriacista (Gran Bretaña, Países Bajos, Saboya, Portugal) y del partido austriacista clandestino de Catalunya, del País Valencià y de las Mallorques, desembarcaba en Lisboa. Carlos de Habsburgo llegó a bordo de un grupo naval de guerra formado por naves británicas y neerlandesas que transportaba un gran ejército aliado; y su desembarco en Portugal (que pocos meses antes había gravitado de la alianza borbónica a la austriacista), se consideraría el inicio y expansión de este conflicto bélico por la península Ibéricos.
La Guerra de Sucesión hispánica había estallado ocho meses después de la muerte de Carlos II, el último Habsburgo de Madrid. El 9 de julio de 1701 se había librado la Batalla de Carpi (entonces ducado independiente de Módena) que se consideraría el pistoletazo de salida de aquel conflicto. En aquella batalla inicial se enfrentaron el ejército austríaco, formado por 30.000 efectivos y dirigido por Eugenio de Saboya; y el ejército francoespañol borbónico, integrado por 25.000 hombres y dirigido por Nicolás Catinat. Aquella primera batalla se saldó con una estrepitosa derrota francoespañola, que perdió toda su influencia en el norte de la península italiana.
Acto seguido, el frente principal de la guerra se desplazaría a la frontera entre los Países Bajos neerlandeses y los hispánicos, y durante los siguientes tres años (1701-1704), el comandante británico Marlborough derrotaría repetidamente a los francoespañoles. El cambio de posición de Portugal (1703), conduciría el grueso del conflicto hacia la península Ibérica y después de varias hostilidades (saqueo aliado de los puertos de Vigo y de Cádiz; y toma de Gibraltar); se produciría el desembarque aliado en Catalunya (julio, 1705) y los campos de batalla quedarían situados, mayoritariamente, en la península Ibérica e islas Baleares, hasta la conclusión de la guerra (julio, 1715).