Tal día como hoy, hace 431 años nacía en Barcelona Pau Claris i Casadevall, que con 52 años sería nombrado 94º president de la Generalitat de Catalunya y con 55 años se convertiría en el president de la primera República catalana. Claris nació en una familia acomodada de la élite política y económica de la ciudad. Su abuelo y su padre -originarios de Berga (Berguedà)- se habían ganado un reconocido prestigio como juristas. Y tanto su hermano mayor como él siguieron la tradición familiar. Con 26 años se doctoraba en derecho civil y canónico, y poco después iniciaba la carrera eclesiástica.

Claris ha pasado a la historia como la figura más relevante del siglo XVII catalán. En su responsabilidad de gobierno tuvo que gestionar un país brutalmente golpeado por una dramática crisis que anticipaba la revolución de los Segadors (1640-1652). El siglo largo de bonanza iniciado al día siguiente de la guerra de los Remences (1486) -la primera reforma agraria de la historia moderna de Europa- había tocado a su fin: acaparamiento y especulación de alimentos, oscilaciones incontroladas de precios y salarios, hundimiento del pequeño campesinado y del pequeño artesanado -el equivalente a las clases medias actuales-, desahucios masivos, bandolerismo, ocupación militar castellana y levas forzosas.

Mapa de Europa de 1650

La chispa que encendió la mecha fue la ola salvaje de saqueos, violaciones y asesinatos que los Tercios de Castilla perpetraron sobre la población. Estalló una revolución anti-señorial y anti-castellana -inicialmente sin un liderazgo claro- que Claris supo reconducir hacia el terreno político. Proclamó la República catalana -16 de enero de 1641- y negoció con Richelieu -primer ministro de Luís XIII- una alianza con Francia. 40 días más tarde, Claris moría envenenado con aqua di Napoli, un potente veneno muy utilizado en las cancillerías de la época. La opinión pública catalana señaló a los castellanos. Y la correspondencia secreta de los agentes franceses dirigida a Richelieu apuntó todas las sospechas hacia los agentes de Olivares -el primer ministro del rey hispánico. Nunca se descubrió la autoría del magnicidio.