Tal día como hoy del año 1932, hace 85 años, fue enterrado en Palma el escritor, lingüista, antropólogo y periodista Antoni Maria Alcover i Sureda, coautor –con Francesc de Borja Moll i Casasnovas– del Diccionari català-valencià-balear, llamado también Diccionari Alcover-Moll, el gran inventario que reúne todos los corpus lexicológicos y etimológicos de la lengua catalana. Conocido también con el acrónimo DCVB, contiene más de 160.000 artículos distribuidos en 10 volúmenes. Actualmente se puede consultar en línea en una versión de 20.000 columnas de texto, 70 megas de información textual y 1.500 ilustraciones en la web del Institut d'Estudis Catalans i la Editorial Moll.

Alcover había nacido el año 1862 en una posesión rural del término de Manacor, en el lado oriental de la isla de Mallorca. Fue educado en un ambiente tradicional y conservador, que lo condujo hacia la carrera eclesiástica. Su carácter inquieto y curioso, pero, lo transportó hacia la investigación y el estudio de la lengua catalana, una realidad sociolingüística anegada, prohibida y perseguida por el poder político español. Alcover se interesó, especialmente, por el origen y la evolución de la lengua catalana a través de su riqueza dialectal. El DCVB, es la materialización de su ideario, que chocaba frontalmente con la normativización de Pompeu Fabra, fundamentada en el catalán central.

Alcover ha pasado a la historia como una figura primordial de la cultura catalana. Alcover y Moll recorrieron todos los rincones de la geografía de los Països Catalans, transcribiendo todos los giros fonéticos y semánticos (la pronunciación y las palabras) de la lengua catalana –en 65 cuadernos de campo– y compilándolos en su obra cumbre –el DCVB, que Alcover no pudo ver concluida. Fue continuada por su discípulo, Moll, con la colaboración de las personalidades más destacadas del mundo académico, como el lingüista valenciano Manuel Sanchis Guarner. El primer fascículo –del primer volumen– fue publicado en 1926 y el último, en 1962.