Tal día como hoy del año 1939, hace 79 años, el Ayuntamiento franquista de Barcelona, presidido por el alcalde Miquel Mateu i Pla —impuesto desde la ocupación del 26 de enero de 1939— celebraba una recepción para agasajar a un grupo de oficiales del extinto régimen zarista ruso que habían combatido en la Guerra Civil española (1936-1939) encuadrados en varias armas del ejército rebelde, autodenominado nacional: los Tercios carlistas, la Legión, las Centurias de Falange y la Gloriosa Aviación Nacional. Aquel grupo estaba encabezado por el coronel Boltin y contaba con una nutrida representación de rusos que habían combatido con las divisiones 4, 5 y 12 del Cuerpo de Navarra, uno de los más destacados en la ocupación franquista de Catalunya.

La delegación del coronel Boltin formaba parte de un contingente de militares exiliados (denominados rusos blancos en contraposición a los rusos rojos), que se había establecido en el Estado español después del triunfo definitivo de la revolución bolchevique de 1917. Habían sido acogidos en el ejército español y pasaron a formar parte del entorno de los oficiales más radicalmente anticomunistas que en 1936 liderarían el golpe de Estado que tenía que conducir a la Guerra Civil. Aquellos militares zaristas tenían un largo historial de participación en campañas represivas que se remontaba al régimen de los zares previo a la Revolución de 1917, pasando por la posterior guerra civil rusa (1918-1921) y las campañas españolas de conquista y dominación del Rif (1920-1926), al norte del actual estado de Marruecos.

Imagen: El alcalde Mateu y las autoridades civiles, militares y eclesiásticas (1939) / Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona