El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha adoptado este lunes la que quizás sea la decisión más trascendente de su mandato, cesando al major de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero. La razón fundamental es la falta de confianza con quien ostentaba hasta hoy el mando único de la policía autonómica desde 2013, fecha en que fue nombrado comissari en cap y desde abril de 2017 ya como major. Si bien es cierto que este segundo cargo, que es vitalicio aunque no tenga mando, lo ha podido disfrutar más bien poco, ya que a raíz de la aplicación del 155 el gobierno español presidido por Mariano Rajoy lo cesó y la Fiscalía lo acusó primero de rebelión y más tarde de sedición. En el juicio en la Audiencia Nacional fue absuelto de todas las acusaciones en octubre de 2020 y, semanas después, repuesto en su cargo por el conseller Miquel Sàmper. Esta segunda etapa, que ha durado poco más de un año, se ha acabado con su fulminante destitución.

Aunque era un secreto a voces la escasa relación de Trapero con el organigrama político de la conselleria de Interior, la decisión ha estado rodeada hasta el último momento de suspense. No porque se dudara de la decisión a tomar, sino por la voluntad de que su salida fuera lo menos traumática posible para el cuerpo. También, la voluntad de encontrar un equipo más coral, que pueda por edad planificar la policía catalana de 2030 y el compromiso de Elena de integrar en la cúpula de la policía autonómica a una mujer. La operación salida, que se activó el pasado miércoles y se ha ejecutado este lunes, llevaba muchos meses cocinándose a fuego lento. Quizás uno de los momentos de mayor tensión fue cuando se conoció que, el pasado mes de julio, Trapero había visitado el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional, sin informar a ningún cargo de la conselleria. También se dijo que se había desplazado a la Zarzuela, una información que inicialmente se dio por buena, alguien de su entorno desmintió con poco convencimiento y quedó en medio de una gran nebulosa. Lo suficiente, todo ello, para que la desconfianza con la conselleria se hiciera, entonces si, absolutamente irreversible.

Trapero ha sido, y quizás es debido a su personalidad y su manera de entender el liderazgo policial, una persona capaz de pasar en poco tiempo de concitar el afecto por la brillante actuación de la policía autonómica en los atentados terroristas de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils a levantar recelos. Realizó un impecable planteamiento de los binomios policiales cuando el referéndum del 1-O y una reacción policial comedida ante la avalancha de electores en los colegios electorales. Ello le despertó la irritación del unionismo más salvaje. Por el contrario, sus declaraciones en los tribunales asegurando que tenía un plan para detener al president Carles Puigdemont, si finalmente se ejecutaba la Declaración Unilateral de Independencia (DUI), lo alejó de los sectores independentistas, con los que no se volvió a reencontrar.

El sustituto de Trapero será Josep Maria Estela, que ocupará el cargo de comissari en cap de los Mossos d'Esquadra, un perfil que está en las antípodas de su antecesor por su talante dialogante, su conocimiento del territorio y su capacidad para hacer equipos. Cabe esperar equipos menos verticales y ya ha anunciado que la proximidad de los Mossos al ciudadano será una de sus batallas, así como el refuerzo de la seguridad ciudadana. 

PD.- Oigo que la Generalitat ha decidido volver a las restricciones por la covid sin esperar a la conferencia de presidentes convocada para el miércoles por Pedro Sánchez. Las medidas son muy duras y van a causar un nuevo destrozo en sectores importantes de la economía catalana. Una vez más se va a remolque y se hace en el último momento después de haberlo negado durante días. No se aprende del pasado. Mucho cuidado con la reacción de la gente, que ha acudido con una disciplina que no se ha dado en otros rincones de Europa y del mundo a vacunarse y a la que ahora se le dice que ni con tres vacunas está medianamente a salvo. Hay que hacer más política desde el Govern en una cuestión tan central como esta y tener un mayor sentido de la oportunidad.