La pandemia del Covid-19 ha introducido tantos cambios en nuestra vida que hasta consideramos normal que la cabalgata de Reyes de Oriente sea este año un espectáculo televisivo, una emisión por un canal de Youtube o un acto en pequeño formato para niños y niñas que se habían inscrito con anterioridad. Los ayuntamientos se las han ingeniado para no decepcionar a los más pequeños, que dudo mucho que sean capaces de entender cómo Melchor, Gaspar y Baltasar serán capaces de traerles todos los regalos que han pedido cuando no han podido entregarles la carta en mano como en años anteriores. El misterio se resolverá, seguramente bien, en horas y, pese a las dificultades del momento, la noche acabará teniendo la magia de cada año.

En camino hay toneladas de ilusión que vamos a necesitar, en este caso no solo los pequeños, más que nunca. Leo que Asturias ha sido la primera comunidad en agotar el cupo de vacunas que recibió para la primera semana -un total de 12.020- mientras Cantabria y Madrid están a la cola, con alrededor del 6%. Catalunya y el País Valencià están por debajo del 10% la primera y del 15% la segunda. ¿Algo habrá hecho Asturias mejor, no? Mientras se conocen estos datos, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha instado a los países a vacunar a sus poblaciones lo más rápidamente posible. Pues eso, a ponerse las pilas.

Ilusión -y en este caso, también miedo- la que tienen algunos ante los procesos electorales. Hemos de ir a las urnas y hacer todo lo posible para que ello sea así. Hemos de poder votar los socios del Barça el nuevo presidente el próximo 24 de enero y los catalanes el 14 de febrero el nuevo Parlament. No deja de ser curioso que las dos instituciones, el Barça y la Generalitat, estén sin presidente aunque sea por razones bien diferentes y la interinidad no puede ni debe ser eterna. Este organismo que se ha convertido en el Govern bis debe blindar ambos comicios y establecer a fondo el marco electoral ante cualquier eventualidad.

Las votaciones del Barça son en teoría más fáciles de llevar a cabo ya que hay nueve sedes electorales en las principales ciudades y aunque se mantenga el perímetro municipal de confinamiento sería perfectamente posible que se permitiera la movilidad de los socios con el certificado de autoresponsabilidad y el carné de miembro del club. No es, organizativamente hablando, una situación insalvable para la policía autonómica ya que estamos hablando de una cifra seguramente inferior a las 20.000 personas.

En el caso de las elecciones catalanas, el Govern lleva meses y meses trabajando en coordinación con los ayuntamientos. Un aplazamiento sería alargar la interinidad de un Govern que ya ha agotado el crédito del que disponía y del que los dos socios reniegan tan a menudo que no deja de ser incluso curioso ya que su reedición, con una mayoría absoluta independentista en el Parlament, debería ser contemplada como una de las principales opciones.

Me consta que aunque los Reyes de Oriente no han pasado como otros años por las principales calles de las ciudades repletas de un enorme gentío para recibirlos como se merecen, los regalos y el carbón están casi a partes iguales. Los niños y niñas vaciarán los paquetes de obsequios este 6 de enero y el carbón se irá repartiendo en las próximas semanas.