En el lapso de muy pocas horas, Junts per Catalunya y Esquerra Republicana han aprobado las listas electorales para el próximo 14 de febrero. En el caso de Junts, hasta 18 nombres escogidos por votación de la militancia este domingo mientras que, el sábado, el consell nacional de ERC dio el visto bueno a la totalidad de las candidaturas en la cuatro circunscripciones. En ambas formaciones se puede decir que las listas estarán muy marcadas por la personalidad y las estrategias de sus respectivos líderes, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, ya que es evidente su marchamo entre los que finalmente concurrirán a la campaña electoral y acabarán en el Parlament de Catalunya.

En el caso de Junts, después de la victoria en las primarias de Laura Borràs hace un par de semanas, que será la candidata a presidenta de la Generalitat, los vencedores de esta segunda ronda de primarias tienen en común que son en su gran mayoría partidarios de la vía de una mayor confrontación con Madrid y personas de confianza del president Puigdemont. A este perfil corresponden al menos, por ejemplo, Joan Canadell, Elsa Artadi, Jordi Puigneró, Lluís Puig y Josep Rius; y los cabezas de lista de Tarragona, Albert Batet; Girona, Gemma Geis; y Lleida, Ramon Tremosa. En clave interna parece claro que los hombres y mujeres de Waterloo han tenido más apoyo que los que contaban con el aval de Lledoners (donde están los presos políticos).

Aunque se da por seguro que Puigdemont acabará encabezando la lista por Barcelona pese a que se cierne un gran silencio al respecto, el ticket Borràs-Canadell será el que llevará el peso de la campaña. La victoria de Canadell en la segunda ronda de primarias, aunque se consideraba probable no deja de ser llamativa, ya que se trata de un externo a la organización y su única responsabilidad pública ha sido con la Cambra, donde ocupa la presidencia. Parece bastante evidente que los militantes han apostado por perfiles acostumbrados a la dialéctica de confrontación y críticos, al menos parcialmente, con la política del Govern.

La lista de Esquerra Republicana que encabezará Pere Aragonès es a diferencia de la de Junts una apuesta clara por los cargos institucionales del partido. Además de Aragonès, la presencia del president del Parlament, Roger Torrent (3), y de tres consellers, Alba Vergés (6), Ester Capella (8) y Chakir El Homrani (9), además del exconseller Ernest Maragall (7), así lo evidencian. La elección de Laura Vilagrà como número dos, exalcaldesa de Santpedor durante doce años, obedece al deseo de Aragonès de reforzar el perfil de gestión pensando en el futuro Govern y la gestión económica y social de la etapa post-Covid. 

El hecho de que Esquerra tuviera definido desde hace ya muchos meses su presidenciable y su apuesta estratégica por la vía pragmática le ha permitido en los últimos meses explicitar sin complejos sus líneas políticas. Un ejemplo de ello ha sido su apoyo a los presupuestos generales del Estado o la crítica a Junts por no romper el pacto de la Diputación de Barcelona con el PSC a raíz de la imputación de su presidenta Núria Marín, también alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat.

ERC no se va a mover de este discurso que este domingo reiteraba Oriol Junqueras en un artículo publicado en La Vanguardia en el que, respecto al diálogo con el Gobierno, decía lo siguiente: "Sería una ingenuidad creer que el diálogo político con el Estado dará frutos tangibles de manera inmediata, pero creer que podemos prescindir sería una irresponsabilidad carísima".