Pocas frases pueden estar llenas de mayor cinismo y de una cierta desvergüenza que la pronunciada este viernes en Bruselas por Pedro Sánchez y que explica, en muy pocas palabras, la visión que tiene el presidente del Gobierno de lo que ha supuesto la represión policial en Catalunya, y la cárcel durante más de tres años y medio de nueve presos políticos: "Lo útil en el pasado fue el castigo y lo útil hoy es el perdón". Con esta frase para la posteridad, en una nueva versión de la del palo y la zanahoria, Sánchez explicaba desde la capital comunitaria las razones de los indultos recién concedidos y el salto del castigo (2017) al perdón (2021), olvidando que el castigo —la represión— aún sigue.

El tremendo dolor producido y la injusticia cometida fue para el presidente del Gobierno un castigo útil. Cabe entender de sus palabras que fue útil en primer lugar para una determinada idea de España y los intereses del deep state, y útil para él. Nunca pensé oír en boca de un presidente español medir con tal desparpajo la utilidad de la prisión o el uso de las porras contra los manifestantes, la represión padecida, los casos judiciales en camino, o la actuación del Tribunal de Cuentas. Todo hay que medirlo, ahora ya lo sabemos, no en función de la justicia que se quiera hacer, sino del castigo que se quiera llevar a cabo. Y Sánchez cree que valió la pena.

El concepto de castigo en boca de un político de un país democrático es cuando menos arriesgado y es más propio de relaciones entre padres e hijos, en la educación escolar de antaño, que entre ciudadanos libres. Bien mirado, el castigo no fue obviamente útil para los que lo sufrieron, tampoco para los que a la postre acabaron perdiendo el poder a través de una moción de censura (Rajoy), y sí fue útil para él, que llegó a la Moncloa y desde allí ha ido desdiciéndose uno a uno de todos sus compromisos.

Eso sí, estuvo en el equipo del castigo al independentismo y ahora pretende liderar el equipo encargado de lo que denomina el perdón. Magnanimidad, perdón, reencuentro completan su diccionario para transitar por esta situación. Palabras y ninguna propuesta. Promesas y más promesas.