El Consejo General de Turisme de Barcelona ha celebrado este martes en el Ayuntamiento su primera reunión con los nuevos miembros del mandato, en una sesión en que ha cerrado las cuentas generales de 2018 con unos ingresos corrientes de 56,9 millones de euros, un 5% más del presupuesto inicial.

El concejal de Turismo e Industrias Creativas de Barcelona, Xavier Mercè, ha presidido el encuentro en sustitución del primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, ausente por enfermedad, en una reunión en la cual también ha asistido al presidente de la Cámara de Barcelona y presidente de Turisme, Joan Canadell, según ha informado el consorcio en un comunicado.

En total, el resultado presupuestario ha sido de 2.029.151,21 euros, una mejora con respecto al ejercicio de 2017, que había sido de -1.070.000 de euros, y que pasan a compensar fondos propios negativos que permiten avanzar hacia el equilibrio patrimonial, según Turisme de Barcelona.

"Tenemos que trabajar a medio y largo plazo para ampliar los atractivos que la ciudad ofrece a nuestros visitantes, implicándonos más intensamente en propuestas de carácter cultural, deportivo y científico", ha dicho el concejal, que quiere ampliar el perímetro territorial del turismo en Barcelona. Mercè también ha propuesto modernizar las herramientas de gestión turística para conseguir "anticiparse a los flujos turísticos globales", con la idea de que los visitantes se conviertan en ciudadanos a tiempo parcial de la ciudad y se integren en su modelo de vida.

En este sentido, Canadell ha subrayado la necesidad de conseguir la máxima transversalidad en el impacto del turismo en otros sectores, y ha puesto el acento en Barcelona como puerta de entrada de Catalunya para una mejor redistribución de los flujos turísticos, así como la necesidad de utilizar el Big Data para mejorar la eficiencia del sector.

Un nuevo órgano consultivo

El consorcio ha centrado sus acciones futuras en el despliegue de la Estrategia de Marketing Turístico del Destino Barcelona; ampliar el perímetro territorial de la destinación; repensar medidas para mejorar las expectativas de los visitantes y administrar con más eficiencia su impacto sobre la destinación, entre otros.

También se ha acordado la necesidad de crear un órgano de carácter consultivo vinculado al Consejo General con representación del máximo número de actores económicos y de todas las sensibilidades de la "realidad de la actividad turística", y se ha pedido al Comité Ejecutivo que haga una propuesta en el próximo consejo.