Una quincena de organizaciones empresariales vinculadas a Terrassa han elaborado el "Manifiesto empresarial por una Terrassa de oportunidades y de crecimiento industrial y económico" en el que expresan su desconfianza y critican el proceso de municipalización del agua impulsado por el Ajuntament de la ciudad. El texto ha calificado esta medida de ideológica y lamenta que tras 72 años de servicio no se haya estudiado más detenidamente las consecuencias de la no renovación de la concesión de Minas d'Aigües de Terrasa ya que la gestión municipal comportará un sobrecoste por las condiciones profesionales de los trabajadores.

Entre los firmantes figuran la patronal Cecot, el Gremio de Construcción del Vallès; el Gremio de la Madera; el Gremio de Talleres de Reparación de Automóviles de Terrassa y Comarcal, y la Unión Empresarial Metalúrgica, entre otros. Todos ellos han sostenido que el consistorio liderado por Jordi Ballart no podrá mantener el precio y "difícilmente" continuar con la mejora de la gestión, la calidad, la tecnología y la innovación, y de esta forma las empresas pagarán más por el agua, lo que a su vez, auguran que no ayudará a que Terrassa sea más competitiva, industrial e igualitaria.

"Debería hacerse menos ejercicios de ideología y hacer más números sobre este tema", reivindica el manifiesto, que recuerda que la responsabilidad del consistorio y de sus cargos políticos y técnicos es directa. En este sentido, añaden que desde el municipio se pretende dar una visión que "quiere hacer creer" que todo lo que sea público es "bienvenido" mientras que "todo lo que suena a empresarial hay que ponerlo bajo sospecha". En contra de esta visión "obsoleta", anticipan que si los planes de indústria no vienen acompañados de garantías, se provocará un clima de "falta de confianza" en los inversores y "desafección" entre los empresarios locales. 

Una contradicción con preocupación

Por otra parte, también creen que la remunicipalización del agua se contradecería con la Ley de Estabilidad Presupuestaria que marca que la gestión pública directa no puede ser más cara que la privada, por lo que consideran que sería "muy irresponsable" y "grave" encarecer el precio del agua "para solo apartar Mina". Como consecuencia, las organizaciones han reclamado "máxima transparencia" para cumplir esta legislación, y han criticado que los debates del proceso participativo del agua se parecen poco a su anuncio inicial, remarcando que primero se toman las decisiones en el pleno y después se hace una ficción de proceso participativo para justificar lo acordado.

El manifiesto también evidencia preocupación por cómo la administración local afronta "la colaboración público-privada y las iniciativas empresariales", y reclama que se reconduzcan las medidas tomadas para generar un clima de confianza como consecuencia del diálogo. "Los empresarios estamos preocupados, porque sentimos el compromiso de continuar apostando por Terrassa, pero nos gustaría que las actuales conductas sobre el tema del agua de recondujeran para definir y liderar el futuro estratégico de la ciudad", se deja constancia en el manifiesto donde también se emplaza a Ballart a ser "especialmente sensible y cuidadoso para aclarar incertidumbres."