Desenlace inesperado en la trama de las hipotecas: gana la banca. El pleno del Tribunal Supremo hace marcha atrás y acuerda que son los clientes, y no la banca, quien se tiene que hacer cargo de los gastos derivados del pago del impuesto hipotecario. La decisión se ha aprobado con el tribunal dividido: 15 votos a favor y 13 en contra.

Han estado más de quince horas de deliberación, en una reunión que empezó ayer lunes, 5 de noviembre, en torno a las 10 y que no se ha resuelto hasta esta noche. Se trata de un hecho sin precedentes, después de que hace 20 días el Supremo sentenciara que era la banca y no el cliente quien tenía que pagar el impuesto de actos jurídicos documentados (AJD) y congelara esta decisión el día siguiente, convocando este pleno que se ha resuelto hoy.

El cambio de criterio se ha decidido con grandes discrepancias entre los magistrados, pero la presión que ha ejercido el sector bancario ha acabado ganando ―a pesar de haber gran parte de los magistrados declarados claramente en contra―. Con todo, el Supremo ha explicado que las sentencias que justifican esta giro inesperado no se publicarán hasta de aquí unos días; pero este martes ya se ha establecido la jurisprudencia definitiva.

De esta manera, todo queda como hasta ahora: los clientes seguirán pagando el impuesto AJD, y todas las especulaciones del coste que podría suponer ―la ministra de Hacienda había advertido que las comunidades autónomas tendrían que devolver a los clientes afectados unos 5.000 millones de euros, que Hacienda reclamaría más tarde a los bancos― se esfuman. Esta decisión final llega por sorpresa, ya que todo apuntaba que el Supremo mantendría lo que dijo el 18 de octubre, que fuera la banca quien cargara con el impuesto, y que lo que hacía falta era debatir algunas características, como si había retroactividad.

El Supremo, en entredicho

Recordamos que todo este enredo empezó por una mala gestión de la decisión. La publicación de la sentencia y la posterior congelación ―el día siguiente― por parte del Tribunal Supremo es algo que no tiene precedente, y el órgano judicial ha sido fuertemente criticado por esta "mala gestión". Incluso Carlos Lesmes, el presidente del Tribunal Supremo, admitió que "no se había llevado bien el caso de las hipotecas".

De entre las críticas, se pone en entredicho la independencia del Tribunal Supremo y la banca. Desde que se ha sabido esta decisión final, la etiqueta #ganalabanca ya es trending topic en las redes y varios políticos y personalidades consideran que es un mal desenlace. Se acusa el Supremo de ceder a los intereses bancarios, y la red hierve con comentarios de decepción.

¿De dónde venimos?

El pasado 18 de octubre, tres sentencias cambiaron el criterio del Tribunal Supremo sobre el impuesto de actos jurídicos documentados (AJD) y fijaron que lo tenía que pagar el banco. En cambio, en febrero habían dictaminado que tenía que hacerlo el cliente. La decisión tuvo fuertes consecuencias en la banca y en la bolsa, motivo por el cual, alegando las consecuencias "económicas y sociales" de la nueva decisión, el día 19 de octubre el presidente de la Sala lo Contencioso Administrativo, Luis María Díez-Picazo, optó por frenar la sentencia y convocar este pleno.

Como era de esperar, justo después de congelar la decisión, las pérdidas de los bancos en bolsa empezaron a frenar; de todos modos, la noticia hizo perder a los bancos más de 5.600 millones de euros, y en el total de la semana después del 18 de octubre ―semana acompañada de la incertidumbre con el tema hipotecario― la banca española sufrió caídas en sus cotizaciones de entre el 9% y el 20%.