El sector turístico ha reclamado a las administraciones un "plan de rescate" con ayudas directas a las compañías. Los empresarios prevén una recuperación de la actividad a partir de 2021 por la excesiva dependencia del mercado catalán del público internacional. En este contexto, han reclamado al Gobierno implantar medidas a largo plazo, alcanzar y flexibilizar los ERTE y "proteger" los sectores estratégicos. La crisis del coronavirus provocará una caída de hasta 15.200 millones de euros en la facturación directa del turismo y la destrucción de hasta 95.000 puestos de trabajo. Para hacer frente a esta bajada, el director general de Turismo, Octavi Bono, ha reclamado al ejecutivo español hasta 7.500 millones de euros para el sector.

El Departamento de Turismo de la Generalitat prevé una caída de las pernoctaciones en el 2020 de entre un 50% y un 60%, con una afectación en la facturación directa del sector de entre 13.900 millones y 15.200 millones de euros. En términos de empleo, calcula una destrucción de entre 82.000 y 95.000 puestos de trabajo.

Para revertir este impacto, Bono ha reclamado al Gobierno una dotación de 7.500 millones de euros para alargar y flexibilizar los ERTE, así como dar ayudas directas a las empresas del sector, más allá de "poner facilitados" para el endeudamiento.

De hecho, estas son las principales reivindicaciones de las asociaciones turísticas. El director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, Manel Casals, ha reclamado un "plan de rescate" para el sector, ya que no prevé una recuperación de la actividad en el corto plazo. Este plan tendría que incluir financiación para las empresas, "ayudas" a la hora de no tener que pagar determinados impuestos o alargar los ERTE.

En este sentido se ha pronunciado también el director general del Gremio de Restauración, Roger Pallarols, que ha asegurado que los empresarios necesitan una "previsión de apoyo de las administraciones" a largo plazo. "Es obvio que la recuperación se centrará en gran parte de 2021", ha asegurado en un debate organizado por el Colegio de Economistas de Catalunya, bajo el nombre 'Turismo: el largo camino hacia la nueva normalidad'.

De hecho, Pallarols prevé una recuperación del sector a partir de Semana Santa de 2021, con un "paréntesis" en el caso que el Mobile World Congress se pueda celebrar en Barcelona en marzo del próximo año. "Las fronteras abiertas no garantizan flujo de clientes. Tenemos una crisis de confianza", ha advertido Casals.

El director general de Bedbank d'AVORIS Reinvesting Travel, Josep Maria Bagudà, ha asegurado que el repunte de la actividad será "seguramente insuficiente" para poder hacer una "buena" temporada. "No tendremos bastante con el mercado doméstico", ha añadido Bono.

Segundos cálculos de Turismo de la Generalitat, entre un 35% y un 38% de los españoles viajarán por el Estado. "Un mercado de 47 millones se convierte en un mercado de dieciséis millones", ha asegurado. En el 2019, los visitantes extranjeros llegaron a 19 millones y supusieron cerca de un 85% de los ingresos del sector.

Desde la perspectiva internacional, las compañías aéreas prevén una reducción de las frecuencias de hasta el 40%. Con todo, el Gremio de Restauración calcula la desaparición de cerca del 25% de los bares y restaurantes por el impacto de la crisis.