La posible fusión entre CaixaBank y Bankia cuenta con un aval de peso: el de Pedro Sánchez. El presidente español ha bendecido este lunes la operación, que tiene "aspectos muy positivos". Una posición muy alejada de las advertencias lanzadas por su socio de coalición, Unidas Podemos, que ha puesto el foco en la participación pública del Estado y en los más de 20.000 millones que Bankia todavía tiene que devolver del rescate bancario. Sobre este tema, el presidente español ha pasado muy de puntillas.

En una entrevista en TVE este lunes por la mañana, Pedro Sánchez ha defendido que esta fusión daría estabilidad al sector bancario, "maximizaría" la participación pública y daría "cohesión territorial", con la décima entidad bancaria a nivel europeo. Por todo eso, el dirigente socialista lo ha visto con buenos ojos. No obstante, ha remarcado que la operación todavía está siendo analizada por el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), que es quien tendrá la última palabra en este asunto.

Sánchez ha subrayado que busca "maximizar la participación pública", pero ha esquivado el dinero del rescate financiero. Bankia recibió 22.000 millones de euros, de los cuales el Estado sólo ha recuperado 2.000 millones. "Es verdad que la herencia que hemos recibido como consecuencia del rescate financiero es una de las cuestiones pendientes", se ha limitado a decir al respecto. Ha preferido fijarse en los aspectos "muy positivos" de la posible fusión: "Es una operación, si sale adelante, implicaría un banco con una presencia muy importante en Catalunya, Madrid, Valencia y las Baleares". Ha remarcado que, después de hacerse pública la noticia, el valor de Bankia ha subido un 33% en la bolsa.

El dirigente socialista no ha querido polemizar con Unidas Podemos en este sentido. Ha asegurado que toda la izquierda, también el PSOE, defiende una banca pública y que ahora mismo el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ya está desarrollando este papel. Ha subrayado como, durante la crisis económica derivada del coronavirus, el ICO ha repartido hasta 100.000 millones de euros en avales. También ha evitado polemizar para que la formación de Pablo Iglesias no estuviera al caso. Ha justificado que era "información muy sensible" que sólo conocían a los "responsables de Economía", ningún miembro más del gobierno. "Tiene buenos mimbres para ser una operación positiva", ha insistido.